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Editorial
Jueves 18 de diciembre de 2025
Una nueva oposición
Se inicia un proceso de discusión y análisis de la derrota y sus responsables que será, sin duda, muy doloroso para las izquierdas.
Junto al cambio de gobierno que encabezará desde marzo José Antonio Kast, comenzarán a efectuar el papel de oposición los partidos de izquierda que hasta ahora conformaban el oficialismo, desde el Partido Comunista hasta el PPD, pasando por el Frente Amplio y algunos minúsculos grupos aislados. En primer lugar, tendrán ellos que analizar las causas de su abrumadora derrota, para modificar algunos aspectos de su postura y de su discurso, en la medida que les resulte posible. Este proceso, sin lugar a dudas, será muy doloroso para la izquierda, pues deberán dilucidar responsabilidades por los malos resultados, lo que naturalmente se presta para acusaciones mutuas entre los protagonistas políticos de los últimos años. Así, el Gobierno y el propio Presidente Boric han sido sindicados como uno de los causantes del fracaso, pero no el único, pues también se critica a la candidata Jeannette Jara por sus actitudes discrepantes y sus múltiples concesiones a las ideas del centro político.
Una vez que se complete esa fase surgirán líderes de opinión entre los opositores, pero en parte quiénes asuman esas posiciones será una de las consecuencias de los análisis sobre la derrota. El Partido Comunista, tienda de la candidata, aparece también acusado por parte de los responsables de la campaña debido a cierta falta de “fraternidad” con la postulante, lo que también hacen extensivo al propio Boric, que lejos de contribuir pareció obstaculizar el buen desempeño de la candidatura. Pero, además, se han registrado cambios importantes tanto en los dirigentes que asumen posiciones más relevantes como en los mismos partidos políticos. Cabe tener presente que hace solo cuatro años no existían algunas colectividades, como el Frente Amplio, que era entonces una coalición que abarcaba a diversos grupos de la izquierda. Ahora comienza su existencia como partido de oposición luego de alcanzar el quinto lugar entre los partidos más votados. Se discute, por cierto, si será la cabeza de una nueva oposición o si estará subsumido en una oposición más amplia, liderada por otros.
El Partido Socialista emerge con líderes bien definidos, como Paulina Vodanovic, que fue reelecta en el Senado y que sin duda ha resultado fortalecida luego del largo proceso electoral. Aunque su partido sea el séptimo en la nueva configuración de las fuerzas políticas, con solo un 5 por ciento de los votos, su figura puede alcanzar mayor relevancia que lo que indican esas cifras. Organizar como agrupación coherente a una oposición en la que participen varias fuerzas con identidades y objetivos no iguales, no será una tarea fácil, pero el Partido Socialista, con Vodanovic a la cabeza, bien podría actuar como aglutinante de esas tendencias. Esto, mientras una minimizada Democracia Cristiana, sin definir su ruta futura, agudiza en cambio su crisis con el absurdo proceso contra el expresidente Frei —su militante más destacado— en el tribunal supremo partidario.
Pero la oposición al gobierno de José Antonio Kast no termina ahí, sino que puede esperarse también la movilización de grupos de la izquierda más extrema, como el trotskista Partido de los Trabajadores Revolucionarios, que estuvo lejos de alcanzar el uno por ciento de la votación, pero que puede manifestarse en las calles ocasionando ruidos y, lo que es más grave y de mayor trascendencia, causando vacilaciones y titubeos en las fuerzas tradicionales de izquierda que nunca han condenado del todo al octubrismo.
Por último, tampoco puede olvidarse al Partido de la Gente, que según la votación recibida es el segundo partido del país y que no ha sido claro en su actuación. Su líder absoluto, Franco Parisi, no ha objetado las declaraciones de su representante en la Cámara de Diputados, Pamela Jiles, que anunció que le harían “la vida imposible” al nuevo Presidente, ni tampoco se ha referido a los otros diputados que no han adherido a esas declaraciones, sino más bien se han alejado de ellas.
En suma, se espera una etapa de discusión y una lenta agrupación de los partidos que se opondrán al gobierno de Kast. Las elecciones de las mesas del Senado y de la Cámara pueden dar las primeras pistas concretas de los acercamientos y las dificultades entre ellos.