Señor Director:

Resulta impactante e insólito que, tras el rotundo fracaso electoral, el peor de la izquierda desde que se tenga memoria, el análisis de muchos políticos del sector y de exconstituyentes del delirio constitucional rechazado en 2022, sea, con adusto rictus, el de interpretaciones livianas como achacar todas las culpas al gobierno del Presidente Boric o cargar contra la candidata. Sin duda, estos son factores que contribuyeron a la derrota inapelable del sector, pero no son su única explicación.

Ver a actores que participaron directamente del proceso 2022 y que no han hecho ninguna autocrítica, o al menos no han pronunciado una mínima disculpa a un país que los rechazó de manera categórica —casi con los mismos números por los que se impuso el Presidente electo— frente al desastroso proceso que impulsaron y que olvidan hoy con interesada liviandad.

Chile tiene mala memoria, pero no es amnésico. Ellos apostaron en el paroxismo por la irresponsabilidad y la frivolidad, auspiciando en esa Convención Constitucional la liberación de los “presos políticos del Wallmapu”, buscando eliminar el Senado, el estado constitucional de emergencia —que habría hecho imposible combatir el terrorismo en La Araucanía o cuidar la frontera norte—, además de debilitar instituciones como el recurso de protección y la expropiación con indemnización correspondiente, por nombrar algunas de sus ideas.

Tres años después se dan cuenta del clivaje del Rechazo y el Apruebo, como si hubiesen descubierto una “verdad revelada”.

El triunfo del Presidente electo, José Antonio Kast, dice relación con la oposición de millones de chilenos a posiciones que no aceptaron ideas refundacionales. No puedo dejar de anotar esto, pues muchos de los que denunciamos el delirio constituyente en 2022 por motivos técnicos, veníamos del mundo de la Concertación, fuimos insultados, amenazados, tratados con violencia, muchos expulsados de partidos, y de una historia común que negaron sin siquiera sonrojarse.

Uno no es nadie para dar lecciones, menos para victimizarse, pues no es nuestro estilo, pero al menos que pidan disculpas a Chile antes de hacer análisis creíbles.

José Gabriel Alemparte Mery
Abogado, vicepresidente Partido Demócratas