Señor Director:

Que el Gobierno expropie parte del terreno de la toma de San Antonio para entregarlo a algunos de los ocupantes ilegales transmite un mensaje brutal: las tomas pasan a ser un mecanismo legítimo para abrir negociaciones y presionar para hacerse del terreno usurpado.

Con ello, los usurpadores se saltan la fila y logran un “fast track habitacional” en relación con miles de familias que también buscan una solución. Así, se genera la sensación de que es más efectivo hacer las cosas a la mala y por la fuerza que seguir las reglas, debilitándose además el derecho a la propiedad.

Francisco Alcaíno Madrid
Abogado