Hace pocos días murió, de 97 años, el legendario astronauta Jim Lovell, comandante de la misión Apolo 13. Lovell jugó un papel crucial cuando se produjo la catastrófica explosión de un tanque de oxígeno en su nave. Con rigor e inteligencia, guió a su tripulación, en 1970, evitando que la nave colapsara.
La expresión “Houston, tenemos un problema” se escucha en la película Apolo 13, inspirada en este episodio. La frase real habría sido “Bien, Houston, hemos tenido un problema aquí”, dicha por el tripulante Jack Swigert y luego repetida por Lovell. Pero el guion del filme la ajustó para que fuera más potente y la puso en boca de Jim Lovell (encarnado por Tom Hanks).
La exclamación se ha hecho popular cuando se advierte un problema en ciernes. Y es lo que parece ocurrir con la presentación de Chile como invitado de honor —un espacio de gran visibilidad— en la Feria del Libro de Frankfurt de 2027.
Aún queda camino por recorrer, pero hay alarmas que suenan. Recordemos que la invitación era para este año, pero en 2023 el entonces ministro de las Culturas la rechazó. Finalmente, la asistencia de nuestro país como protagonista de esta feria —considerada la más importante del mundo— se confirmó para 2027.
Todavía no hay un director ejecutivo del proceso, pese a que las autoridades de la feria han subrayado su necesidad. El concurso público para dicho cargo fue declarado desierto. Al parecer, las postulaciones no cumplían todos los requisitos —como el manejo de inglés y alemán— y se realizará otro proceso.
Es hora de avanzar y superar los obstáculos para aterrizar bien en Frankfurt, así como Lovell logró que sus astronautas solucionaran la crisis que vivían (se movieron rápido a un módulo lunar anexo, con poco oxígeno y una temperatura de 4 grados, y también fabricaron un filtro de aire con un calcetín de lana).
Un elemento importante para Frankfurt 2027 es la presentación de traducciones de libros chilenos —clásicos y actuales— al alemán. Se han organizado reuniones y seminarios sobre el tema, pero la lista no se ha definido completamente y las traducciones requieren tiempo y prolijidad.
También hay que definir a los integrantes de la delegación. Algo que no es urgente, pero que implica desgaste y negociación, dada la cantidad de egos e intereses involucrados. Así lo mostró la experiencia de Chile como invitado de honor en la Feria de Guadalajara, en 2012.
Frankfurt es un espacio clave. Su feria es escenario de grandes acuerdos editoriales en ámbitos como la venta de derechos, la traducción y la comercialización de publicaciones. Ojalá la organización de esta visita llegue a buen puerto y sea una atractiva promoción de nuestra cultura.
“Por los cielos despejados de la literatura”, será el lema de la presentación de Chile en la feria alemana. Que el espíritu de Jim Lovell nos ayude y no tengamos que decir a última hora: “Frankfurt, tenemos un problema”.