Señor Director:

“No hace nada” es la frase habilitante para que los siempre queribles mejores amigos del hombre deambulen hoy libremente, sin correa y sin bozal, o con correas elásticas kilométricas, sin control alguno, a vista y paciencia de quienes los tienen bajo su responsabilidad.

“No hace nada” es una especie de visa permanente para invadir, escarbar o usar de baño los jardines y espacios ajenos, u oler, refregarse, lengüetear o poner sus manos en todo aquel que vean a su alrededor.

“No hace nada” es lo que dijo el responsable de uno de estos amigos, justo antes que atacara a una de nuestras nietas y la mordiera gravemente en su cara. Ella, de 4 años, mira por el momento a la distancia a estos amigos, y está siendo sometida a un largo y costoso tratamiento, que incluye cirugías plásticas, máscaras especiales y muchas sesiones de curación, entre otros.

“No hacen nada” aquellos dueños, tenedores y paseadores de estos siempre queribles amigos, que incumplen derechamente la regulación vigente (Ley N° 21.020), demostrando profunda indolencia y falta de respeto por el resto de los ciudadanos, y en algunos casos, negligencia grave que raya en lo criminal.

“La culpa no es del perro, es de quien lo pasea”.

Carlos Andonaegui Elton