Señor Director:

Entre 2018 y 2024, 359 niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de homicidio en Chile. De ellos, el 35,9% tenía entre 0 y 14 años. En este grupo, más de la mitad de los casos (56,6%) ocurrió en domicilios particulares. En cambio, entre los adolescentes de 15 a 17 años se registraron 230 homicidios, de los cuales la mayoría (66,5%) tuvo lugar en la vía pública.

Estas cifras evidencian dos crisis paralelas que deberían alarmarnos como país. Por un lado, niños y niñas están siendo asesinados muchas veces por adultos encargados de su cuidado. Por otro, nuestros adolescentes mueren en contextos marcados por la violencia y el crimen organizado, sin redes de protección efectivas.

Ambas realidades son inaceptables. Como sociedad, no podemos seguir en un rol pasivo frente a esta violencia, ni mucho menos normalizarla porque ningún niño, niña o adolescente debe ser asesinado. Es imperativo avanzar en respuestas diferenciadas, que consideren los contextos en que ocurren estos crímenes, fortaleciendo la prevención, la protección y la investigación.

Frente a este escenario, Fundación Amparo y Justicia convocó al Grupo Intersectorial para la Prevención e Investigación de Homicidios de Niños, Niñas y Adolescentes, conformado por 11 instituciones del Estado con competencia en la materia. Esta instancia busca fortalecer y facilitar mecanismos estratégicos de colaboración interinstitucional, con el objetivo de mejorar la respuesta del Estado y evitar que nuevas muertes queden impunes o invisibilizadas.

Chile necesita con urgencia una estrategia nacional que enfrente esta realidad con la seriedad que merece. Estas alarmantes cifras deben movilizarnos a generar políticas públicas efectivas, centradas en la protección de la infancia y adolescencia.

Loreto Moore
Directora ejecutiva de Fundación Amparo y Justicia