Señor Director:

El 15 de mayo, el ministro de Hacienda anunció un “fast track” al sistema de permisos para acelerar la tramitación de proyectos de inversión, con el objetivo de “asegurar su materialización en los próximos años”. Días después, en el Chile Day, precisó que se trataría de un proyecto de ley enfocado en acelerar inversiones vinculadas al sector de energía, cuyo ingreso sería “en los próximos días”.

Poco más de una semana después el anunció volvió a cambiar. Esta vez el Presidente anunció en su Cuenta Pública un proyecto para la “descarbonización acelerada” destinada a permitir el cierre de termoeléctricas a carbón, mensaje que se presentaría “durante el segundo semestre”.

Chile necesita con urgencia reactivar la inversión, y para eso es clave reducir la incertidumbre y los tiempos del sistema de permisos. Si se considera que ya estamos en pleno proceso electoral, uno puede entender que un proyecto de “fast track” esté circunscrito a algunas industrias, energía en este caso, y no sea de aplicación general. Lo que no se puede entender es que el foco esté en sacar energía del sistema y no en la materialización de inversiones urgentes.

Obras estratégicas para el sector energético, como es la línea de transmisión Kimal-Lo Aguirre, en evaluación ambiental por años, difícilmente califiquen con los restrictivos criterios que se han ido conociendo.

“Fast track” significa “camino rápido”. Pues bien, las señales del Gobierno muestran que ese camino se hace más angosto con cada semana que pasa.

José Antonio Valenzuela
Director de Incidencia de Pivotes