Señor Director:

Una característica original del Papa León XIV es ser el primer Papa no italiano que nació y se formó en un país donde el catolicismo era una religión de minoría y reciente.

Estados Unidos dejó de ser considerado “territorio de misión”, es decir, allí donde la Iglesia no está todavía bien asentada, recién en 1908. Fue una religión de emigrantes y de emigrantes pobres, considerada con cierto desdén por las denominaciones cristianas fundadoras del país.

En el siglo XX se consolidó, pasando de un 12% en 1900 a un 25% en 1960. Hoy son un 20%. Son la segunda denominación cristiana, frente a un 40% de protestantes. Históricamente no es un catolicismo de mayoría y se distinguen por ser una opción de compromiso activo y riguroso que poco tiene de convención social y que forma parte de una sociedad que, al menos hasta donde la hemos conocido, la ha caracterizado su optimismo y su pluralidad.

Agrego, en otro plano, que el antecesor del nombre del nuevo Papa, León XIII, es principalmente conocido por ser el formulador de la Doctrina Social de la Iglesia. En su tiempo se le llamó también el Papa Misionero por su aguda comprensión de que si el cristianismo era una religión universal, la Iglesia no podía ser solo europea. En su pontificado se configuró lo que hoy llamamos propiamente un catolicismo global.

Sol Serrano
Profesora P. Universidad Católica de Chile