Señor Director:

Pronto será el Día de los Patrimonios y provoca tristeza caminar por el centro de Santiago y ver cómo se está despoblando. Grandes edificios corporativos vacíos, al igual que galerías, en contraste con lo que hubo antes, como la galería de los relojes, salones de té como el Café Santos, o el Chez Henry. O cines que se transformaron en multisalas, pero que terminaron sucumbiendo por distintas razones.

Entiendo que muchos de estos cambios obedecen a eficiencia y optimización de espacios, el mundo se digitalizó y no hay vuelta atrás. Pero si las marcas se están yendo del centro, y el público flotante solo acude ahí para ir a trabajar, dejará de ser un punto de encuentro y será más práctico ir a un recinto donde haya de todo.

Si el centro nos abandonó, es cosa de tiempo para que nosotros lo abandonemos y dejemos de apreciar su valor histórico y arquitectónico, porque ya no caminaremos por ahí.

Recuperemos Santiago Centro.

Gilda González Carrasco
Periodista