Señor Director:
Fuera de una impertinencia innecesaria perfectamente evitable, alabo la profundidad con que don Carlos Peña (11 de mayo) ha abordado el desafío de la Iglesia Católica que, más allá la justicia social que bien puede cumplir una ONG, debería procurar una mayor comprensión del profundo misterio de la transubstanciación que, a través del rito de la eucaristía, hace que Cristo esté realmente presente en medio de los fieles y se quede en la hostia consagrada.
Miguel A. Vergara Villalobo