Señor Director:

El cónclave me ha dejado una gran lección. Para que los seres humanos puedan ponerse de acuerdo en temas relevantes, requieren compartir un proyecto común. En su ausencia, solo habrá una suma de proyectos personales y que, lamentablemente, viendo la realidad de Chile, se manifiestan, en muchos casos, bajo la forma de mal trato verbal, psicológico y físico, corrupción, difamaciones, mentiras y una sistemática denigración de la dignidad del ser humano, pero ninguna solución real a los problemas de las personas.

El proyecto común de evangelizar, de trabajar por la paz y la justicia, tender puentes de diálogo y respetar siempre y bajo todas las condiciones al ser humano, permitió que 133 cardenales —cada uno con historias personales, pastorales y sociales muy distintas— de 71 países completamente diferentes en cultura, realidad social, política y económica, mediante el voto secreto, nos pusiéramos de acuerdo rápidamente para elegir al Papa León XIV, Vicario de Cristo y Sucesor de Pedro.

En Chile, mientras no haya un proyecto compartido se logrará poco o nada para superar los graves problemas por los que atraviesa el país. Si todos, gobierno, empresarios, trabajadores, organizaciones intermedias, creyentes y no creyentes, tuviésemos como norte fortalecer la familia y superar la pobreza, saldríamos adelante como país. Mientras aquello no se dé, tendremos que contentarnos con un panorama político, social y económico lamentable. Invito a la reflexión a quienes tienen responsabilidades políticas en el país y a quienes pretenden tenerlas.

Cardenal Fernando Chomali G.
Arzobispo de Santiago