Señor Director:

He seguido con atención la candidatura de Gonzalo Winter, y me he sentido convocado por ella, no solo por ser militante del Frente Amplio, también porque expresa una continuidad histórica: la del socialismo chileno que, sin abandonar sus raíces, se atreve a mirar hacia el futuro con coherencia y convicción.

El socialismo chileno y el allendismo hace tiempo que desbordan los márgenes de un solo partido. Son parte de una herencia compartida por diversos sectores progresistas que mantienen viva la lucha por la justicia social, la democracia y la dignidad. Esa misma herencia está presente en el proyecto que hoy encabeza Gonzalo Winter.

No hay en su candidatura una ruptura con la izquierda, sino una renovación de sus banderas. La vía chilena al desarrollo que propone es una actualización del camino que impulsó Salvador Allende, adaptada a las urgencias del siglo XXI.

Por lo mismo, no me parece extraño que tantos militantes socialistas vean en esta campaña una causa común. Lo que Gonzalo Winter encarna no es nostalgia, es proyección. Su programa no es una imitación del pasado, sino una respuesta actual a los desafíos del país, con memoria, pero con mirada de futuro. Y eso, creo, es lo que hoy necesitamos: una izquierda que no reniegue de su historia, sino que se atreva a escribir nuevos capítulos.

Jorge Arrate