Señor Director:

Al decir de Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista, Cuba goza de una “democracia avanzada”, lo que sea que eso significa. Pero si se la supone “avanzada”, esto es, que va un paso adelante de la democracia liberal —tal como la experimentamos en Chile desde su recuperación en 1990—, debería ser, para quien la cree aventajada, un modelo a seguir.

El problema es que en lugar de una “democracia avanzada” el Índice de la Democracia de la revista The Economist considera al cubano como un régimen autoritario, lejos de las mejores democracias del mundo, y también de la nuestra —clasificada en la posición 29 entre 167 países y territorios que se gobiernan por algún tipo de régimen político.

¿Cómo puede ser avanzada una democracia que es en realidad un régimen autoritario que se prolonga ya por más de 60 años, conculcando la libertad y el bienestar de un pueblo entero?

Claudio Hohmann