El Mercurio.com - Blogs : El desafío económico y las candidaturas
Editorial
Viernes 02 de mayo de 2025
El desafío económico y las candidaturas
Frente al magro balance de este gobierno, la necesidad de un cambio de rumbo debiera ser asumida por todos los sectores.
La administración del Presidente Boric no se ha caracterizado por ser un período de progreso económico. Un crecimiento muy por debajo del promedio de los últimos 40 años; un descalce entre los ingresos y gastos fiscales, el cual ha redundado en significativos déficits; una tendencia al alza en la deuda del país que contrasta con el marcado drenaje de los fondos soberanos, y un deterioro en el mercado laboral, son algunos de los elementos que han marcado la evolución de la economía en este período.
Por su impacto sobre la población, es necesario profundizar en la situación del empleo. Una amplia batería de reformas aprobadas en esta administración han implicado un fuerte encarecimiento presente y futuro de la contratación. Por cierto, la responsabilidad del Gobierno en tal proceso ha sido compartida con una parte de la oposición, generando inquietud respecto de la capacidad de todo el espectro político para advertir el riesgo de perpetuar la mediocridad económica. Por de pronto, los datos del Instituto Nacional de Estadísticas ya permiten apreciar parte de las consecuencias de esa agenda. Desde marzo de 2022, la tasa de desempleo ha registrado un promedio mensual de 8,4%, un punto por encima del promedio para el período comprendido entre enero del 2010 y febrero del 2022. Es más, en las últimas 27 mediciones reportadas por el INE, la tasa se ha mantenido por sobre el 8%, observándose además un alza en los últimos tres meses. Frente a tal realidad, el Gobierno no parece mostrar mayor preocupación. El reciente acuerdo entre Hacienda y la CUT para concretar un nuevo aumento significativo del salario mínimo así lo refleja. Este implicaría un aumento desde $510.626 hasta $539.000 en 12 meses, equivalente a un alza de 5,55%, muy por encima de las estimaciones de inflación, que apuntan a alcanzar la meta de 3% en 2026. Con una economía que puede sufrir los embates de la guerra comercial y una productividad que continúa deprimida, las explicaciones de Hacienda para sostener tal aumento parecen ser netamente políticas.
Y, precisamente, revertir la continua desatención a los argumentos técnicos que ha caracterizado al gobierno de Gabriel Boric en temas económicos centrales aparece como uno de los principales desafíos, ad portas de la elección presidencial de noviembre. Por cierto, el tema laboral es solo un ejemplo. Se suma el millonario costo para el país de no haber actuado a tiempo para aprovechar un valor histórico del litio; el cuestionar nuestros acuerdos y tratados comerciales, cuyo valor se empieza a reconocer tardíamente, a propósito de la amenaza que plantean las medidas de la administración Trump; la demora en atender el problema de una burocracia estatal que ha frenado el desarrollo de la actividad privada por años; la expansión, sin claras explicaciones, del empleo público; el recurrente uso de una contabilidad creativa para evitar reconocer la acumulación de deuda por parte del Estado tanto en el CAE como en la reforma de pensiones; los continuos errores de la Dirección de Presupuestos o, recientemente, haber desvirtuado la regla de balance estructural a partir de la sustitución de la meta previamente autoimpuesta, argumentando que las fallas cometidas en los cálculos constituiría una situación extraordinaria que justificaría el cambio.
Es evidente que este tipo de situaciones no puede continuar. Nuestro país ya enfrenta una inercia preocupante, y un nuevo gobierno con un ímpetu similar al del actual generaría un daño difícil de revertir. La improvisación, los errores y los dictados de una ideología que muchas veces atenta contra el pragmatismo económico deben terminar. Independientemente del color, esto debe ser reconocido por las distintas candidaturas a la Presidencia. Y en este sentido, particular atención suscitan aquellas vinculadas al oficialismo: si efectivamente quieren sacar al país adelante, muchas de sus propuestas necesariamente deberán contraponerse a todo lo que sus partidos han abrazado durante los últimos tres años. Desde ya parece difícil que la candidata comunista, Jeannette Jara, o el frenteamplista Gonzalo Winter vayan a hacerlo, pero ¿tendrá la postulante del Socialismo Democrático, Carolina Tohá, esa voluntad?