Señor Director:

A propósito del debate sobre el futuro del Paseo Bandera y de los graves problemas de mantención y seguridad que ha evidenciado, es importante revisar la casuística internacional en la búsqueda de las mejores opciones. Sin duda, aquí hay que privilegiar a los peatones, pero el funcionamiento adecuado del transporte público es fundamental. Me parece que el tener que optar entre peatones y transporte público es una polémica innecesaria: en los centros históricos de ciudades, como es este caso, ambos pueden convivir, eso ocurre en muchos lugares del mundo.

Ello, que es posible, tiene sin embargo condiciones que aseguran su éxito: la velocidad de circulación del transporte debe ser muy baja; su emplazamiento debe estar confinado y acotado; la energía que mueve el sistema debe ser limpia y poco ruidosa (eléctrica), y, por último, el tratamiento de suelo debe realizarse desde fachada a fachada (no a la manera de una calle con veredas, sino como un paseo que incluye diversos tipos de movilidad).

El sistema que suele responder mejor a estas condiciones es el tranvía (hay excelentes casos en diversas partes), pero, si se hace correctamente, un bus también podría lograr estos requerimientos. Invito a revisar los casos.

Ricardo Abuauad
Decano de Campus Creativo UNAB, profesor UC