A través de sus redes sociales, Alexis Sánchez confirmó que, una vez más, no podrá estar presente en un partido de la selección. En este caso, en el juego eliminatorio ante los ecuatorianos.
Doloroso, pero esperable.
Sánchez hace un buen rato que ya no es el de antes. Como nadie de 36 años es igual a uno de 18. Porque pese a que si bien mantiene el fuego sagrado de la pasión por jugar y por disfrutar haciendo cachañas, ya no tiene la fortaleza física ni la paciencia para esperar.
Las patadas duelen más. Empiezan a aparecer lo que se conoce como achaques. Ya no hay tiempo para perderlo haciendo largos trabajos de recuperación. Y todo eso le pasa a la gente grande. No a los cabros chicos que se caen, y como dice la canción, parecen de goma porque siguen corriendo como si nada.
Alexis ya no es un niño, aunque él, cual Peter Pan de carne y hueso, se niegue a crecer.
Es un jugador grande, veterano, que ha tenido una carrera como merecía tener en razón de sus talentos. Que tanto pone de su parte que incluso hoy, cuando no tendría porqué estar en el nivel europeo, sigue ahí, lo esperan, lo miman, le agradecen y lo tratan bien no por lo que es hoy sino por lo que fue algún día.
Sánchez siempre fue llevado a sus ideas. Le dio por tirar el penal más importante en la historia del fútbol chileno haciendo un “Panenka” y a pesar de que con ello, por un microsegundo, hizo parar el corazón de 15 millones de personas, dejó claro que había tomado la mejor decisión. Fue una diablura.
Pero Alexis, en ese afán de hacer lo que él siente que debe hacer, en los últimos años se ha estado equivocando harto.
No debió irse de Arsenal a Manchester United sino que a Manchester City. No debió dejar de jugar en Olympique de Marsella para no jugar en Inter. No debe pensar hoy que es un “10” cuando sigue siendo un “7” de alma. No debe prolongar en forma artificial ciclos ni en su club ni en la selección porque su mejor momento, como es natural, ya pasó.
Por cierto, no se trata de enterrar de un momento a otro una vida que ha sido coronada con éxitos rotundos.
No. Pero es un hecho que Alexis debe planear bien lo que será la última parte de su carrera.
Él verá dónde, cuándo y bajo qué circunstancias lo hace.