Ya tenemos campeón y subcampeón. Muchos habrían preferido que ambos disputaran el título en un partido de definición. El puntero de tantas fechas y el que picó de atrás, frente a frente. Emocionante habría sido. Pero ya sabemos cómo se definió y las dudas que quedaron en el camino.
¿Evadió su castigo Jorge Almirón y dio instrucciones en el partido de Colo Colo con Huachipato? No hay ninguna prueba física de que las haya dado. La única evidencia concreta aceptable debería ser audible o, mejor, audiovisual. Lo único más o menos cercano a una prueba es un video aportado por la U en que se ve en la caseta a Almirón y a un ayudante técnico que se retira después de escuchar al técnico. ¿Fue luego el ayudante a telefonear al espía ubicado cerca del campo, cuya presencia fue denunciada por el árbitro?
Lo dicho: nada es probable y todo es sospechable.
Este columnista cree que sí hubo instrucciones de Almirón. Y lo creo por una razón: que los castigos a los entrenadores nunca se han cumplido. Siempre hubo algún colaborador cercano al técnico en la tribuna para correr luego a la banca y transmitir los mensajes. Con el correr del tiempo y la tecnología el asunto se hizo más fácil con los walkie talkie. Y luego, los celulares. Pero como las sospechas también han crecido, lo de hoy es una combinación de mensajero en tribuna-celular-mensajero en terreno. Indetectable, al menos en el actual estado de cosas.
Todo lo dicho no afecta ni empaña el título del Cacique.
Ahora, ¿qué se puede hacer para que los castigos se cumplan? Que se impida el ingreso del técnico al estadio, se dice, y también se intentó en Chile hace más de quince años, sin que se concretara la idea. Además, con los avances de las comunicaciones sería inútil: el técnico puede ver el partido en la televisión y dar las instrucciones desde el living de su casa. En Europa lo han intentado todo.
En la cancha, Colo Colo cumplió una segunda rueda impresionante. Repechó con números notables y excelentes individualidades. La U, en cambio, tuvo en el cierre del torneo la posibilidad de forzar un partido de definición y no pudo… ¿o fue errónea la anulación de la jugada del gol que le daba el paso a una finalísima? Es debatible.
Pero ya todo es historia y ahora estamos con la mirada puesta en Lima, con nuestra selección en su peor clasificatoria, con Ricardo Gareca desprestigiado y sin autoridad sobre el grupo ni entre la afición luego de citar a Arturo Vidal, quien lo maltrató a su gusto por no convocarlo en nóminas anteriores. En todo caso, llamó al mejor futbolista chileno de todos los tiempos. Reconfortante para Chile, inquietante para peruanos y venezolanos.