Señor Director:

Un grupo transversal de diputadas y diputados, desde el FA al Partido Republicano, ha suscrito una carta publicada este domingo en la cual manifiestan su postura en contra de la gestación subrogada.

Para ellos, la gestación altruista sería un “disfraz de este mercado esclavizante”. No veo cómo podría ocurrir aquello si es una madre que gesta por su hija, o una hermana que auxilia a la otra que no puede embarazarse. El argumento de que incluso cuando el fin es altruista contribuye a la explotación tendría que ser contrastado con la evidencia empírica disponible, y también con otras situaciones de altruismo, como es cuando hay trasplante de órgano de donante vivo, quien es un familiar cercano que lo hace, obviamente, sin fines de lucro.

No hay evidencia en Chile de que esta práctica sea abusiva; por el contrario, todos admiramos profundamente a esa persona que, con su generosidad, contribuye a mejorar la calidad de vida de otra persona.

El segundo argumento es que la subrogación es contraria al interés superior del niño y el derecho a la identidad de origen. ¿Es mejor para ese niño no haber nacido que haberlo hecho por subrogación? Lo dudo. Respecto del derecho a la identidad de origen, estamos de acuerdo en que la mirada moderna sobre el tema insta a que cuando existe reproducción por terceras partes, es decir, cuando se usan gametos que no provienen de los padres intencionales o, como es en este caso, cuando la gestación es por subrogación, se puedan revelar los orígenes. Para ser coherentes con esta legítima preocupación, debería prohibirse el uso de técnicas de reproducción asistida con gametos donados, lo que sería un despropósito. Más bien, debería favorecerse el uso de donantes y gestantes subrogadas que estén dispuestas a ser contactadas por los niños así concebidos.

Aprovechando el interés tan transversal que ha suscitado esta temática, me permito sugerir a este distinguido grupo de parlamentarios que aprovechen el impulso y “desempolven” la propuesta legislativa que regula las técnicas de reproducción asistida, la cual, según me han informado, lleva años “durmiendo” en el Congreso. Así podríamos tener una legislación acorde con la relevancia de este tema para toda la sociedad.

Sofía Salas Ibarra
Docente investigadora en bioética, U. del Desarrollo