La nómina de la selección nacional para los próximos partidos eliminatorios de Chile —ante Argentina y Bolivia— hay que analizarla desde el mensaje que está insertado en ella: Ricardo Gareca trabajará en la parte final de este camino al Mundial con sentido pragmático, sin dogmas.
Sensatez estratégica podría denominarse esta fórmula, que exige un plan muy cuidadoso para enfrentar cada encuentro de manera distinta y de acuerdo a su importancia competitiva, porque hay que saber elegir las batallas (hoy es más trascendente ganarle a Bolivia que a Argentina) y cómo darlas (aunque el propio DT descartó que esa fuera su idea).
En fin. Mirada así la lista de 26 jugadores, se puede entender —no justificar plenamente— el llamado de cada uno de ellos. Es cosa de hacer un par de reflexiones.
Que Gareca haya elegido a Lawrence Vigouroux como uno de los arqueros no habla solo de las condiciones técnicas del jugador de Swansea City. Él está en un momento de consolidación en el Championship británico, maduro desde el punto de vista competitivo y su presencia da mayores garantías ante una eventual emergencia que la de otras alternativas como Fernando de Paul (que no es titular de su equipo), Gabriel Castellón (de poco recorrido internacional), Thomas Giller o Vicente Reyes (que son apuestas a futuro).
Otra. ¿Por qué Eugenio Mena por sobre Marcelo Morales como alternativa de lateral izquierdo?
Por dos cosas. Con la ausencia cada vez mayor de jugadores de recorrido exitoso en la Roja, Mena puede aportar una forma de liderazgo que le interesa a Gareca. Segundo, el titular en la posición es Gabriel Suazo, quien está suspendido para el juego con Argentina (pero que seguro volverá ante Bolivia). Ante los trasandinos, Gareca necesita un lateral más auténtico que Morales, quien, en verdad, tiene dotes claras más de volante que de defensor pleno.
¿Y por qué vuelven Claudio Baeza y Jean Meneses?
Por razones distintas. El exvolante de Colo Colo tiene una mayor adaptabilidad táctica que, por ejemplo, Esteban Pavez. Es una opción más parecida a Rodrigo Echeverría.
Meneses, en tanto, aunque no sea valorado por el medio local, no solo fue una figura potente en el fútbol mexicano y está listo para ser traspasado a Vasco da Gama de Brasil, sino que, como confesó el propio Gareca, “es un jugador de experiencia, que lo hemos enfrentado y que nos gusta”.
Claro, que se generen debates, discusiones y críticas (con y sin argumentos), es propio de cualquier nómina de selección. Y es sano que eso pase.
Pero nunca hay que olvidar que ningún DT elige a un jugador pensando que no servirá a sus propósitos.
Menos cuando hay que cuidar más que nunca los detalles.