Fue un impecable toque de zurda sobre la salida del arquero (¿quién dijo puntazo?) para marcar el segundo de Santiago Morning en el 2 a 1 sobre Temuco. Un gol de artista que, en un partido clásico y a estadio lleno, se habría llenado de calificativos poéticos. Pero fue por la Primera B y se jugó en el Municipal de La Pintana.
Así fue el retorno de Esteban Paredes al fútbol profesional al cabo de más de un año de su retiro y con 44 en el carné. Retorno completo, pues lo hizo con los que fueron sus primeros colores, los del trampolín al fútbol grande, a la fama y a los récords. Además, como director deportivo del club. Notable carrera la de Paredes. ¿Cuánto durará esta nueva etapa para quien ostenta el título de mayor artillero histórico del fútbol chileno con 221 goles y máximo goleador chileno en Copa Libertadores con 23? No lo sabe nadie. ¿Le alcanzará el impulso para llevar al “Chago” a Primera División? Tampoco puede saberse.
Lo que se sabe es que “se convirtió en el futbolista más longevo en anotar un gol en el fútbol profesional chileno”, según dice Luis Reyes, estadígrafo futbolero que sabe mucho, y lo consiguió “superando la marca que ostentaba Eduardo ‘Mocho' Gómez desde el 20 de octubre de 2001”. Notable.
Hemos leído muchas veces que “segundas partes nunca fueron buenas”, una frase muy antigua y de origen no precisado que se aplica a relaciones sentimentales, obras literarias, cinematográficas y casos deportivos. En el caso de Paredes, no está resultando cierta y en el de Reinaldo Rueda, tampoco, pues tiene a Honduras punteando el grupo B de la clasificatoria mundialista de la Concacaf en su segundo paso por el banco catracho.
En lo personal, entiendo que el retorno más recordado y valioso fue el del mejor deportista de la historia, Muhammad Ali, por su significado y alcance. Ali fue despojado de su título mundial en 1967 por negarse a combatir en Vietnam por el ejército de Estados Unidos. Se oponía a la guerra. Volvió en 1970 con una carrera impresionante que lo clasificaría para siempre como el mejor boxeador del siglo 20. Valiente: negarse al enrolamiento… y negro. Uf.
Hay más, por supuesto. Pero, ojo, que aquí hablamos de futbolistas que volvieron del retiro, no de los que volvieron al país desde un club extranjero, como los regresos de Jorge Valdivia y Jaime Valdés a Colo Colo, por ejemplo.
Y atentos: hay que esperar más casos de longevos en el fútbol, pues todos los índices señalan tendencias al aumento de la edad en los humanos. Los 30 años ya no son “la mitad de la vida” y todos los países siguen envejeciendo, fenómeno del que no pueden excluirse los futbolistas. Humberto Suazo está jugando en San Luis a los 43. Miguel Pinto defiende el arco de Coquimbo a los 41. Fernando Hurtado está en Wanderers a los 41. Y siguen llegando, ya de vuelta de exitosas carreras, varios de más de treinta.
Todos vamos hacia la vejentud. Y algunos llegamos hace rato…