¿Es la psiquis humana solo un conjunto de nexos neuronales y de intercambios químicos? ¿Qué es una enfermedad mental y cómo se relaciona con la historia? ¿Es la psiquiatría una ciencia estricta que nada tiene que ver con las humanidades? ¿Cuál es la relación entre la melancolía y la creatividad? La brillante trayectoria intelectual del médico psiquiatra Otto Dörr Zegers se instala en el centro de esas preguntas, trazando una esencial continuidad antropológica entre la mente y el alma, la ciencia y el mundo de los significados culturales, entre el yo y la poesía. “La poesía es fuente de vida, alimento del espíritu y puede cambiar el mundo”, señaló en una reciente entrevista, y añadió: “El lenguaje, la palabra nos hizo lo que somos: seres humanos únicos e irrepetibles”, citando el pensamiento de Stephan George: “No hay cosa alguna allí donde falta la palabra”. “No concibo mi oficio de otra manera que como una permanente búsqueda del sentido de lo humano en general y del sufrimiento en particular, tanto del otro como del mío propio”, declaró.
El sobresaliente itinerario intelectual de este médico y pensador comenzó ya a esbozarse durante sus estudios profesionales en Alemania, donde destacó por su cultura e inquietud académica, lo que lo llevó a relacionarse con pensadores de la talla de Hans Georg Gadamer, Pedro Laín Entralgo, Hubertus Tellembach (su maestro), entre otros. Dörr siempre ha suscrito y profundizado una visión en que la ciencia no puede alejarse de la indagación del hombre, de todo el hombre. Su proximidad íntima con las humanidades se plasmó en las excelentes traducciones y comentarios de las Elegías del Duino y los Sonetos a Orfeo, de Rainer Maria Rilke, sin duda, las mejores en lengua hispana. Como ensayista, ya había producido un hermoso texto titulado “La música y la palabra” y ahora, en “Psiquiatría y cultura”, ofrece un conjunto refinado de ensayos de alto interés, en un lenguaje llano y a la vez riguroso.
El lector podrá adentrarse, por ejemplo, en el pensamiento científico de Goethe, la relación entre Rilke y la melancolía, la superación de la neurosis por la genialidad en Soren Kierkergaard, la mayéutica socrática y la psicoterapia, el discernimiento entre la angustia normal y la angustia patológica, los trastornos alimentarios patológicos y la sociedad posmoderna, el encuentro con Dios en el mito y la locura, el concepto de formación en Gadamer, y los estupendos textos sobre la vida y obra de Karl Jaspers y Hubertus Tellembach, entre otros. Sobresale, por lo peculiar, profundo e informado, el ensayo que dedica al fallido intento de tiranicidio de Claus von Stauffenberg y el papel de la poesía. Un libro notable en que se conjugan cultura, ciencia, humanismo y amenidad.