Los Juegos Olímpicos representan la mayor expresión cultural del planeta, donde las potencias intentan expresar su hegemonía. En la Guerra Fría fue el choque entre Occidente y Oriente. Hoy es el espacio donde Estados Unidos se mide con China. Se extrañará a Rusia, sancionada por la invasión a Ucrania. Francia, el dueño de casa, con seguridad peleará bien arriba, porque su desarrollo deportivo la instala como protagonista en casi todas las disciplinas, en especial las colectivas.
El periodismo chileno tiene una presencia escasa, tal como sucedió en el Mundial de Qatar y la reciente Copa América. La pandemia acentuó la crisis de los medios de comunicación, en un evidente retroceso profesional, que en definitiva perjudica al público, que dispone de abundante información general, pero con escasa proximidad.
De nada sirven las enormes sintonías de los Panamericanos de Santiago 2023 o los récords de audiencia que este año tuvo Chilevisióncon Colo Colo en la Copa Libertadores, o lo que marcaron los cotejos de la selección chilena en la Copa América de Estados Unidos, donde la estación ubicada en Machasa y Canal 13 fueron cadena nacional, sin considerar los suscriptores de Directv. En uno de los canales de televisión el objetivo eran ocho auspiciadores; tuvieron 20 y con Chile eliminado en la primera ronda. Si “La Roja” avanzaba, lo más probable es que el número crecía.
En algún momento los ejecutivos de los medios (no los periodistas) volverán a entender, como en los 90, el valor de la cobertura y del deporte como foco de interés masivo.
Antes de la inauguración de París 2024, el fútbol chileno vivió un momento dulce. Huachipato y Palestino clasificaron, en condición de visitante, a los octavos de final de la Copa Sudamericana. Los acereros vencieron 1-0 a Racing de Montevideo en el Centenario y fueron más certeros en la definición por penales. Los árabes derrotaron a Cuiabá en el Arena do Pantanal. Un 2-1 sufrido, por el rival y las condiciones climáticas (calor y humedad extremas).
Pocas veces el fútbol chileno se impuso como visita en Uruguay y Brasil. Huachipato y Palestino vienen desde la Copa Libertadores con actuaciones sobresalientes para sus realidades. Los de la usina ganaron a Gremio en Porto Alegre y a Estudiantes en La Plata, mientras que los tricolores —sin jugar en Santiago— dieron cuenta de Flamengo y Millonarios en Coquimbo.
Los octavos de final depararon a Racing de Avellaneda para Huachipato; Independiente de Medellín en el caso de Palestino. La ilusión se mantiene, aunque a esta altura son palabras mayores. La Academia es un grande de Argentina, con Gustavo Costas como entrenador. Los cafeteros fueron novenos entre 20 clubes en el Apertura. En el Finalización, que recién comienza, están en la zona media.
Un panorama muy distinto vive Audax Italiano, uno de los fundadores del profesionalismo. Luego de la venta a un grupo de inversores argentinos, donde la cabeza visible es Gonzalo Ciley, al conjunto itálico lo degradan de manera inaceptable. No respetan su historia ni emblemas, como ocurrió ante la U ayer, cuando el escudo negro no se veía en la camiseta negra... Por el bien del club, ojalá se vayan.