Marcelo Bielsa va por el mundo dando lecciones y ejemplos. De fútbol, de conductas, de decencia. Y siempre termina encantando a su auditorio. Lo sabemos muy bien en Chile, luego de cuatro años al frente de la Selección. Hoy se agrega Estados Unidos con el escenario grande que ofrece la Copa América. Allá, en la tierra del dólar, ha dicho que la voracidad financiera está terminando con el fútbol, aunque lo que mejor asimilan las personas son sus actuaciones vinculadas a los sentimientos y los valores.

Ha dado la vuelta al mundo aquel contraste, previo a los penales, entre el rosarino al centro de la ronda uruguaya para determinar a los pateadores y a Dorival Junior fuera del círculo de jugadores brasileños decidiendo a sus penalistas. Triste lo del seleccionador de Brasil. Aunque más adelante se haya aclarado que las decisiones fueron de su ayudante, entrenador de penales, fue doloroso ver al titular intentando hablar, levantando una mano inútilmente por sobre el cerco de espaldas amarillas.

En el tema de los sentimientos, tras el mismo partido el “Loco” se fue hacia los jugadores de Brasil a saludar, consolando a Raphinha, a quien dirigió cuando fue técnico del Leeds United. Bello gesto, humano.

Su recuerdo de nuestro país está siempre presente. Luego de la eliminación de Chile se expresó así: “Respecto de la selección chilena, no tuve oportunidad de ver los partidos con la profundidad que merece y es necesaria para comentar sobre la producción de un equipo, tratándose de una selección y de un país con el que tengo mucha gratitud, siempre prefiero ser cauto y respetar los momentos. También al entrenador y los futbolistas; y expresarme solo lo necesario”.

Dijo cosas sobre el futuro del fútbol que muchos nos hemos planteado, como que “está en proceso descendente” y que “ya no se privilegia lo que le convirtió en el primer juego del mundo”. Aumentar los ingresos y beneficiar al negocio con más partidos ha hecho al fútbol “cada vez menos atractivo” y que haya menos jugadores “que merezcan ser vistos”. “Cada vez lo ve más gente, pero cada vez es menos atractivo, porque no se privilegia lo que convirtió este juego en el mejor del mundo”.

A diferencia de tantos de sus colegas, no se atribuye méritos que no le corresponden. Después de eliminar a Brasil por penales: “Aferrarse a un resultado como lo ha hecho el equipo uruguayo hoy, denota un perfil del fútbol uruguayo”, “todo lo que sucede es a la uruguaya, porque siempre son los jugadores los que le dan el perfil al equipo” (esto, por la defensa charrúa luego de la expulsión de Nandez). Así habló también después del 3-1 a Chile en 2023, inaugurando las clasificatorias al Mundial 2026: “Nada de lo que el equipo mostró tiene que ver producto de la influencia del trabajo”.

Algo que Bielsa siempre recuerda es el contenido y significación social del fútbol. Aquí está nuevamente: “El fútbol es propiedad popular, porque los pobres tienen muy poca capacidad de acceso a la felicidad, porque no disponen del dinero para comprarla. El fútbol es de origen popular. El fútbol, que es una de las pocas cosas que se mueven transversalmente (por la sociedad), los pobres ya no lo tienen”.

Es Bielsa.