Señor Director:

El Gobierno insiste, sin justificación, en estatizar la explotación de litio. Las cifras de la ministra de Minería muestran que con la política del Gobierno, el 73% de litio no protegido será explotado por Codelco y solo el 27%, por privados, a los cuales se les obligará a asociarse con Codelco y Enami en la mayor parte de ese 27%.

No está en duda que el litio es del Estado. La pregunta es cómo convertimos más rápido y en más plata para todos los chilenos ese litio. ¿En mano de empresas privadas que paguen impuestos sustanciales o en manos de empresas estatales? Es una pregunta práctica, no ideológica.

Preguntado el presidente de Corfo, a cargo del litio, cuánto recaudará el fisco con la estatización propuesta, contestó: “Es muy difícil estimar eso”. ¿Existe un estudio que demuestre que la explotación estatal generará más actividad económica, más empleo y recaudación que la explotación privada? No. El Gobierno está de nuevo haciendo de las suyas sin ningún estudio que avale sus políticas.

Como no tiene votos para la nueva empresa nacional que quería, impone la explotación por esas empresas estatales, con problemas de producción, pérdidas y altas deudas, que no conocen el negocio. Empresas, además, que competirán entre sí con distintos socios. Algo muy raro. Las empresas estatales tienden a ser ineficientes, a ser capturadas por los políticos, sindicatos, el amiguismo y la corrupción.

En lugar de impulsar el crecimiento económico que urgentemente necesitamos, más parece que la plata del litio irá a pagar deudas y pérdidas de Codelco y Enami. Es hora de que el Congreso defienda que el litio llegue a los chilenos de la forma técnicamente más eficaz y no sea capturado por funcionarios ni políticos.

Bernardo Fontaine
Fundación Ciudadanos en Acción