El anuncio del Gobierno, del 27 de marzo de 2024, sobre el régimen de explotación y protección de los salares que contienen litio en Chile es un avance significativo hacia el desarrollo de mayor producción de litio en Chile.
Ello, porque se decidió que cerca de 20 salares podrán desarrollarse sin el Estado como propietario, cuatro tendrán al Estado como propietario minoritario, y solo dos, Atacama y Maricunga, con el Estado como mayoritario y controlador. Además, se definieron aquellos salares y lagunas que irán a estudio para ser declarados en el futuro como áreas protegidas, donde no podrá desarrollarse actividad productiva alguna. Los salares donde el Estado debe ser parte de la propiedad son los más atractivos económicamente.
Se estima que el avance institucional hasta ahora representa a lo más el 50% de todos los aspectos que deben ser resueltos antes de que las empresas puedan efectivamente comenzar a realizar actividades dirigidas a explotar el litio. ¿Qué falta?
Primero, la consulta indígena, y segundo, la adjudicación de Contratos Especiales de Operación (CEOLs) por parte del Ministerio de Minería. La consulta indígena no tiene plazo de término, pero tampoco es vinculante. Sería mala idea, sin embargo, ir adelante con CEOLs si no hay acuerdo con las comunidades indígenas. Los CEOLs no pueden ser emitidos, licitados ni menos otorgados para proyectos nuevos mientras no se concluya la consulta indígena. Esto nos lleva a que en el mejor de los escenarios, este gobierno podrá emitir unos pocos CEOLs.
¿Por qué es necesario para las empresas adjudicarse un CEOL de litio? Este procedimiento data de un decreto de la Junta Militar de 1979 que declara el litio como material no concesible. En consecuencia, las concesiones obtenidas antes de 1979 incluyen el litio, no así las posteriores a dicho año, que incluyen el potasio, el boro y otros elementos presentes en los salares.
Hay muy pocas concesiones pre-1979 en los salares y todavía no se resuelve qué va a pasar con estas, ya que ellas no requerirían un CEOL. Además, esta legislación introduce una capa adicional de complejidad porque si se asigna un CEOL de litio en pertenencias vigentes de otras empresas para otros metales y elementos, se crea una disputa entre privados que puede durar años.
Los CEOLs otorgados para empresas privadas son complejos porque deben definirse las pertenencias, la producción, y además el royalty, y establecer las bases de evaluación sin grises, solo con blanco y negro. Y porque la ganadora debiera ser la que paga más por las pertenencias a que alude el CEOL y esta puede no ser la que tiene las concesiones de otros elementos en dichas pertenencias. Como antecedente, las dos licitaciones de CEOLs realizadas por el Ministerio de Minería en 2012 y en 2021 fueron invalidadas por la Corte Suprema.
En resumen, los dos años que le restan a este gobierno se hacen cortos para superar todas estas dificultades, aun con un equipo actual de profesionales de alta calidad en los diversos ministerios. Lo mejor que podría ocurrir, además de los avances que tenga Codelco en Atacama y Maricunga, sería tener un CEOL adjudicado para Enami y que esta haya ya negociado con privados para explotar los salares Grande, Infieles, Aguilar y La Isla. Además, podría idealmente asignarse uno o dos CEOLs para empresas privadas que ya están a la espera.
De no lograrse estas metas, los incentivos para cambiar la legislación del litio por el simple procedimiento de las concesiones, serán fuertes en dos años más.
Chile produjo algo más de 300 mil toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) en 2022, y podría producir cerca de un millón de toneladas de LCE en 10 a 15 años más si todo se hace bien, lo que lo pondría nuevamente en segundo lugar, después de Australia. Pero con una ventaja clave, cual es que los yacimientos de litio chilenos tienen los menores costos del mundo y en consecuencia no serían desplazados incluso cuando se imponga el reciclaje masivo de litio en el mundo. Con ello estoy diciendo que la ventana del litio chileno es mucho más amplia que la de otros países.
Gustavo Lagos
Profesor UC