La educación es la aventura más fascinante e importante de la vida, para el que la imparte y para quien la recibe. Educar (del latín educere) significa conducir al individuo fuera de sí mismo para llevarlo a otra realidad, hacia un crecimiento que se orienta a la plenitud de la persona. Por eso, la educación se considera un derecho, y también por eso son las personas, y su desarrollo, las que deben estar en su centro y hacia las cuales hay que orientar sus objetivos.
Así, la educación necesita de la generación de un ambiente de libertad y crecimiento personal, comunitario, cultural y espiritual. A nivel de la educación superior, se debe asegurar la pluralidad de proyectos, la autonomía y libertad académica, la docencia innovadora y centrada en el estudiante, el desarrollo amplio de la investigación científica, tecnológica, humanista y la creación artística. La existencia de proyectos educativos diversos, tanto en su origen como en ideario, metodologías y organización, es vital para asegurar su pluralismo.
En los últimos años, las universidades han desarrollado diferentes líneas de trabajo que buscan incorporar los desafíos que se presentan en un sistema en constante cambio y también al interior de nuestro país, que nos presenta desafíos permanentes. Por esto, en estas líneas se describen algunas temáticas que son muy relevantes, las cuales sin duda serán parte del trabajo universitario durante los próximos años.
En primer lugar, la preocupación por una docencia innovadora requiere que, más que entregar información, los esfuerzos se orienten a desarrollar un pensamiento crítico, a analizar y a entregar las herramientas para un pensamiento propio. Los contenidos generales e interdisciplinarios requieren integración de las disciplinas, que se manifiestan en nuestro caso en el College. Así también, las nuevas carreras de pregrado y vías de ingreso de equidad consideran las necesidades del país. El Bachillerato Inicia UC, orientado a egresados del sistema escolar técnico-profesional, es una clara muestra de este aporte.
El compromiso con la sustentabilidad en los ámbitos de la docencia, investigación e implementación de políticas al interior de la universidad sigue cada vez más presente, con una hoja de ruta hacia la carbono neutralidad. En el mismo sentido, se potencia el desarrollo de la mujer al interior de nuestras instituciones, implementando medidas y acciones que estén en la línea de la equidad de género e igualdad de oportunidades. La interculturalidad, a través de sus programas en desarrollo, nos va a permitir contar con universidades más diversas y acogedoras. Así también, merece destacarse el interés y desarrollo que ha generado el estudio de las éticas aplicadas, muy importantes en la labor universitaria en docencia e investigación, con grandes resultados en cuanto a su aporte al interior de las universidades como también dentro de la esfera de las políticas públicas.
Por otra parte, los desafíos que nos presenta el avance de la inteligencia artificial se deben abordar con la implementación de nuevas metodologías y evaluación docente, junto al despliegue de nuevas líneas de investigación, en sus diferentes ámbitos interdisciplinarios. Al interior de las universidades, el trabajo conjunto de desarrollo de la transformación digital es de la mayor relevancia.
En otro ámbito, que ha estado presente a lo largo de su historia, las universidades han explorado distintas formas de vincularse con la sociedad. Un concepto innovador para entender la vinculación con el medio es la bidireccionalidad, la que intenta entender la influencia mutua que ejercen las comunidades en la docencia e investigación que se realiza al interior de las universidades y que se expresa como un aporte al país.
Para finalizar este breve recuento, y en tiempos en que el mundo clama por la paz en Ucrania y por una vía de resolución del grave conflicto del Medio Oriente, para que Israel y Palestina logren un acuerdo de paz, iniciativas como el Centro para el Diálogo y la Paz UC representan el compromiso universitario por tender puentes de entendimiento en nuestra sociedad, valorando el diálogo, construyendo una cultura de paz, en que se respeten de manera irrestricta los DD.HH. de toda la población, sin distingos de raza, opiniones políticas, religiosas o de ningún tipo.
Miramos el futuro con esperanza, ya que en nuestro país contamos con estudiantes y un cuerpo académico de gran motivación y calidad. Esto, en un entorno profesional y administrativo muy comprometido.
Los desafíos descritos se fundan en la existencia de un sistema universitario amplio y diverso, con instituciones estatales, tradicionales de vocación pública y privadas que enriquecen la diversidad de formación de nuestros jóvenes. Desde nuestro proyecto educativo, consideramos, además, que la educación que incorpora el aporte de la trascendencia y la espiritualidad hace más completa, inclusiva y comprehensiva la formación de los jóvenes y el aporte de nuevo conocimiento al país.
Ignacio Sánchez D.
Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile