Palestino y ColoColo salen mañana y el miércoles a disputar sus partidos de ida en la tercera fase de la Copa Libertadores frente a los paraguayos Nacional y Sportivo Trinidense. Nunca serán adversarios dóciles los guaraníes, aunque en esta oportunidad ninguno posee quilates históricos o nombres rutilantes. En lenguaje futbolero, no sonOlimpia, Cerro Porteño o Libertad.
Los tricolores dejaron en el camino a los venezolanos de Portuguesa, mientras los albos batallaron horas extra frente a Godoy Cruz. El primer tiempo en el Monumental obligó al equipo de Jorge Almirón a un esfuerzo enorme. Ritmo sin pausas, un arbitraje notable del uruguayo Andrés Matonte, que permitió que se jugara con la dinámica que el fútbol demanda.
El juez oriental exhibió criterio futbolístico.Muy distinto a lo que observamos en dos partidos de nuestra competencia. En ambos el VAR toma un rol protagónico y pone contra la espada y la pared al árbitro. En la segunda fecha, Nicolás Gamboa llama a Diego Flores para avisar que el volante de Universidad Católica, Agustín Farías, toca el balón con la mano. Flores sancionó penal, pero no evaluó que el mediocampista cruzado fue desequilibrado por Patricio Rubio. Sin el choque no hay infracción.
El viernes pasado, en el inicio de la tercera jornada del campeonato, en el duelo Cobreloa – Cobresal, el AVAR, Cristián Garay, llamó al inexperto Mathias Riquelme para que revisara la mano del zurdo Cristopher Mesías, acción ocurrida en una disputa aérea con Bastián Tapia. Garay, con más galones, “impuso” su visión a Riquelme, quien sancionópenal. Cristián Insaurralde anotó y dio el primer triunfo a los calameños en su regreso a Primera División.Antes, al concluir el lapso inicial, Riquelme puso la segunda amarilla a Leandro Navarro por una infracción normal. El referí no calibró el contexto.
¿Quépasaba si Matonte actuaba con la doctrina de Flores y Riquelme? Lo más probable es queel desarrollo del cotejo hubiera sido lánguido y trabado. Definiciones arbitrales clave, que dejan perplejos a todos los involucrados. Llama la atención que Gamboa, al dirigir O'Higgins-ColoColo, no se dejó llevar por las ampulosas caídas de los jugadores ni los gritos del público. El pleito se lo agradeció.
En su visita a Asunción, esperamos que los cuadros de Pablo Sánchez y Jorge Almirón mantengan la fibra competitiva que ofrecieron en la llave que superaron. Con esa intensidad y concentración están en condiciones de pelear en un torneo que no admite distracciones y, sabemos, pone una vara arbitral más amplia.
La Copa Sudamericana también abre el escenario a los representantes locales. Universidad Católica-Coquimbo Unido y Everton-Unión La Calera buscan en un enfrentamiento único acceder a la zona de grupos. En el caso de la UC, superar a los “piratas” es casi una obligación. El año pasado la eliminación frente a AudaxItalianocuestionó el ciclo de Ariel Holan. Nicolás Núñez necesita ese boleto internacional para asentar su proyecto. En Coquimbo no hay drama si quedan fuera y esa es su mayor ventaja. Ruleteros y cementeros tienen ambición a partir de la conformación de sus planteles.Veremos qué pasa.