Señor Director:

El PC no cesará en su afán por implementar un régimen castro-chavista, cuyo diseño institucional fue rechazado. Consideramos de suma relevancia advertir que el proyecto que se someterá a votación en diciembre institucionaliza y habilita la refundación de Chile.

1. No asegura la “autonomía” de los cuerpos intermedios, cuando paralelamente da al Estado anchas prerrogativas de tuición para imponerles exigencias sociales, culturales, uniformadoras, económicas, animalistas y medioambientales.

2. El borrador es regresivo en materia de garantías, pues ahora todos los derechos pasarían a ser objeto de limitaciones y restricciones (y no solo en los casos taxativos que nuestra Constitución vigente lo autoriza).

3. Destruye la igualdad ante la ley; horada la democracia, pues quiebra el principio de una persona un voto y aumenta el tamaño del Estado de modo sideral, cargando a una ciudadanía agobiada por los altos impuestos y la ineficiencia estatal al imponer derechos sociales universales, subjetivos y jurídicamente exigibles.

Cabe preguntarse, ¿cuál es el origen o la matriz del diseño en comento? No cabe duda de que es de extrema izquierda. En otras palabras, el voto A favor implica apoyar una Constitución que transforma a Chile en la tumba del neoliberalismo y de la democracia.

Tocante a los epítetos de Rojas Sánchez ayer, aclararle que nunca hemos pretendido rendir examen de “derechistas” ante él. Ni menos dejar a su calificación nuestra calidad de invariables y coherentes defensores de nuestra Carta Fundamental.

Iván Aróstica
Vanessa Kaiser
Jorge Reyes