Señor Director:

Ante el Senado de su país, y refiriéndose a la controversia por la plataforma continental al sur del Cabo de Hornos, el canciller argentino Santiago Cafiero señaló que Argentina busca resolverla según el Tratado de Paz y Amistad de 1984. Agregó que Chile demora los tiempos afirmando que “hace un año que le estamos solicitando al gobierno de Chile que designe a la contraparte del representante argentino, y todavía no lo ha hecho”.

Más allá de que en materia austral y polar el atraso chileno constituye un error (otro más) de nuestra Cancillería, lo fundamental es que el Gobierno no postergue la designación del experto nacional e informe al país —especialmente a la comunidad magallánica— de la marcha procesal y de fondo de este asunto.

El canciller argentino señaló que durante la tramitación de la presentación argentina de plataforma continental ante el organismo respectivo (2009-2016), nuestro país no objetó ningún aspecto de la misma. Si bien esto es cierto, no es menos cierto que Chile no necesitaba hacerlo.

La afirmación argentina tiene como uno de sus objetivos imponer una nueva versión del llamado “principio bioceánico”, para bloquear nuestra proyección natural hacia la Antártica.

Las vacilaciones de la Cancillería chilena en la plataforma continental son las mismas que ha demostrado en nuestra región de Magallanes y Antártica Chilena. La cuestión del Campo de Hielo Sur no tiene solución; el camino que unirá al Estrecho de Magallanes con el canal Beagle tiene más de 30 años en construcción; los reglamentos del Estatuto Antártico no han sido dictados, etcétera.



El representante de Chile en este complejo asunto de la plataforma continental deberá ser una persona de reconocidas capacidades intelectuales y convicción histórica de los derechos que tiene Chile en la zona.

Solo lo anterior dará seguridades de que, en esta delicada cuestión, el interés nacional estará a conveniente resguardo.

Alejandro Kusanovic Glusevic
Senador por Magallanes y Antártica Chilena