Jugó Alexis y jugó Vidal, pero no fueron el Alexis ni el Vidal de sus mejores tardes. El tocopillano está falto de fútbol y el “King” entró lesionado y siguió agravando su lesión durante el partido. Sin embargo, Chile empató con Colombia y pudo ganar; de hecho, solo no hizo un gol porque el dedo gordo de un pie de Maripán quedó offside previo a su espectacular cabezazo, a los 31' del segundo tiempo.
Eso es un avance respecto al estreno de la clasificatoria en Montevideo (donde nunca hemos ganado un partido oficial de selecciones) y del proceso a cargo de Berizzo, aunque se diga que no ganamos (a Colombia no le ganamos en Santiago desde 2008, con “Generación Dorada” en pleno).
Y hay más que los números.
Está, por ejemplo, el muy buen estreno de Catalán, marcador certero, bravo y con subida de buen tranco y buen finiquito en los centros. Lo suyo es un hallazgo de 31 años que debió hacerse cargo de la marca de Luis Díaz, gran estrella de los cafetaleros. Queda la sensación de que el seleccionado tiene asegurada la defensa de su flanco derecho.
Está, por ejemplo, la recuperación de Maripán respecto al estreno. Consistente, insuperable por arriba en defensa y ataque, superó las críticas justas del primer partido y las desproporcionadas de los que encuentran todo malo y pedían desconvocarlo.
Está, también, la cara mejorada de Erick Pulgar, muy distinto al del Centenario, con una gravitación que esta vez se notó en el andar del conjunto. Pulgar es importante si anda bien y marca presencia también en el ataque, como que obligó a un vuelo largo al meta Vargas a los 12 minutos, en un potente remate de gran distancia.
Asimismo, Rodrigo Echeverría, el jugador de Huracán y corazón azul, con este partido parece adueñarse de la titularidad, completando la eficacia de la contención chilena con Pulgar. Muy buen partido el suyo, destacado por Berizzo con mucha razón. No olvidar que Brayan Cortés tuvo poco trabajo, no solo por el excelente trabajo de los centrales.
Y podemos sumar otros elementos al punto.
Uno de ellos es que Alexis irá teniendo más fútbol en el cuerpo y concretará en gol, por ejemplo, aquel excelente centro de Brereton a los 37 minutos. Y producirá más ocasiones, como siempre lo hace.
Hay que sumar, cuando sane de su rodilla, que Vidal podrá hacer su real y acostumbrado aporte. Esta vez, por lo demás, fue un sabio administrador de juego de desahogo en mediocampo. Además, por supuesto, de su encomiable espíritu de lucha.
Y en ese rubro, el trabajo de Brereton es casi emotivo en su entrega. Aplicado para ceñirse a las instrucciones y generoso en el esfuerzo, duró hasta que le obedecieron las piernas. Notable.
Valdés es más de lo que estiman sus detractores (buen cabezazo a los 6 minutos y mejor remate a los 47 del segundo tiempo, obligando al córner al golero). Activo, además.
De modo que hay más motivos de satisfacción que el punto, que ya es bastante para un seleccionado muy aporreado, empezando por su técnico que podría contestar con esta actuación a quienes preguntan a qué juega el equipo. Queremos, por supuesto, que juegue más, pero empezamos a ver “a qué”.