Retorno después de algunas semanas, y naturalmente recuerdo los episodios importantes ocurridos durante este período. El que me salta al recuerdo con más facilidad y estruendo es lo del presidente de la federación española, el tal Rubiales, que cometió esa insensatez propia de un cretino de besar contra su voluntad a una jugadora del equipo español campeón del Mundial de fútbol femenino.
Hay que ser muy idiota para hacerlo en cualquier época, pero más ahora; solo besar a una jugadora ante la mirada de millones de sorprendidos espectadores y telespectadores es una idiotez. y hacerlo contra la voluntad de la afectada, mucho más. Ya se sabe que todo el mundo ha reaccionado ante esto que se transformó en noticia (no es la única actuación de un cretino que logra ser noticia mundial, ya lo sabemos con Putin, con Trump y con varios otros). Muy llamativo y nunca antes visto; o sea, que por mucho que cambien los tiempos siempre hay algo que nunca antes había pasado, no solo en la tecnología, sino también en la estupidez humana.
Otra cosa por supuesto muy llamativa es esta relación impropia entre la Asociación Nacional de Fútbol Profesional y las casas de apuestas, que son potencias internacionales y grandes inductoras a la ludopatía.
Se ha resuelto que su existencia es ilegal. Lo cierto es que para las casas de apuestas el fútbol es un anzuelo extraordinario porque en las aguas del fútbol hay muchos jóvenes que obviamente pueden empezar por allí un rumbo hacia transformarse en ludópatas; ya sabemos que la adicción al juego es uno de los grandes males de la humanidad actualmente y uno de los grandes atractivos que puede haber es el fútbol. Que caiga la ANFP la en este juego es en verdad incomprensible. Tal vez otro acto de cretinismo.
La propiedad de los clubes está en duda y por lo tanto qué es lo que pasa con los clubes y sus finanzas es un hecho en el cual Pablo Hoffmann pone el dedo en la llaga. De dónde van a salir los recursos que el mundo directivo entiende que están a la mano, por qué no se dice quiénes son quienes los van a resolver, por qué Pablo Milad se ve tan tranquilo y los demás representantes de clubes también es un misterio que correspondería aclarar y parece que una vez más deberá hacerlo el periodismo independiente. Es increíble.
Sin embargo, lo más importante no ha sucedido aún, lo más importante es lo que va a suceder cuando Chile en Montevideo enfrente a Uruguay, primer desafío de la selección de Eduardo Berizzo en un torneo importante, en una clasificatoria que es muy difícil para nosotros, aunque clasifiquen casi todos. Para nosotros los chilenos será muy difícil porque no estamos bien o por lo menos no convencemos. El entrenador está tratando de trabajar mentalmente a su plantel. Yo creo que el futbolista chileno, el de selección, está preparado para asumir mentalmente los desafíos.
Ahora, más difícil que Berizzo la tiene su maestro, porque Marcelo Bielsa en Uruguay se ha peleado con muchos. Hay que pensar que en Uruguay están acostumbrados a ser campeones, en cambio él llegó a Chile y nos llevó arriba con una revolución impensada y tal vez impensable y somos un país sin la historia que tiene Uruguay, donde todos son campeones de alguna manera: las hinchadas, los jugadores, los entrenadores, los dirigentes. Ahora ha renunciado el médico de la selección, un histórico en los planteles uruguayos y la cosa está muy pesada para él. Cómo les irá al maestro y al alumno habrá que verlo desde este viernes.