En el mundo del agro están realizando los primeros cálculos para dimensionar el impacto de las lluvias que han afectado a la zona centro sur del país en los últimos días. Ante los daños de los distintos cultivos de agricultores por el sistema frontal, particularmente en las regiones de Maule, Ñuble y Biobío, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, manifestó que la ciudadanía volvería a ver un alza “acotada” en algunos productos disponibles en ferias libres y mercados mayoristas, tal como ocurrió con el evento climático registrado a fines de junio.

Si bien los balances aún son preliminares, el titular de la cartera señaló a “El Mercurio” que “habrá cierto nivel de afectación en los precios, pero creemos que sería en torno al 10% en ciertos productos, como ocurrió en el episodio anterior de lluvias que tuvimos en el año”.

En el caso del sistema frontal de junio, Valenzuela indicó que se observó un incremento de los precios de productos como la “papa y lechuga, como los principales afectados, así como de otras hortalizas como repollo, zanahoria, brócoli, berenjena y en algunos cítricos”.

Mientras que en el sector frutícola, el ministro de Agricultura indicó que han constatado impactos en el “sector de frambuesa y también de cerezas, particularmente en el Maule”.

Para Valentina Apablaza, investigadora del Observatorio del Contexto Económico de la U. Diego Portales, se debería generar una presión al alza en los precios de hortalizas, relacionado con el corte de caminos generado por las lluvias. “Hay que considerar que el efecto inmediato se da en, por ejemplo, la papa y tiene que ver con la dificultad en el transporte, mientras que en la lechuga, zapallo y todo lo que es de cosecha más inmediata, en el momento que hay inundaciones y se pueden empezar a pudrir estos alimentos, el efecto en precio es evidente”, explicó.

Sin embargo, Valenzuela aseguró que no prevén un aumento mayor al 10% en los valores de hortalizas, dado que el mercado local también se abastece con cosecha proveniente del norte. “Tenemos una agricultura muy diversa y muchas de ellas están en zonas más al norte”, dijo. “En primavera viene el grueso de la hortaliza, y eso nos tiene optimistas de que no habrá un mayor efecto”, agregó.

De todos modos, el ministro Valenzuela manifestó que, si bien aún “es temprano para una evaluación final, creo que (el impacto) debiera estar en torno a dos tercios de lo que fue el daño causado en el temporal de junio”.

Visión de los gremios

En la industria agrícola se encuentran recopilando la información para dilucidar el impacto de las intensas lluvias, por lo que aún “es muy difícil cuantificar el daño más allá de los testimonios que hemos empezado a recibir. Aunque el panorama es tan alarmante como uno podría esperar”, dijo Jorge Valenzuela, presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta).

Por su parte, Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), sostuvo que la situación de agricultores en las regiones de O'Higgins, Maule, Ñuble y Biobío es muy “grave y complicada”, debido a que en junio pasado fueron afectados por otro episodio de intensas lluvias en esa misma zona.

“Es el segundo frente de mal tiempo que vivimos en el año y ha causado un doble daño. Hacia adelante hay que ver cómo se vendrán las temperaturas posteriores a este frente, donde se esperan fuertes heladas”, dijo. “Tampoco podemos dejar de ver cómo se comporta El Niño en primavera y verano, ya que si se dan lluvias durante las floraciones de carozos y cerezos, pueden ser muy perjudiciales para el sector. Esto es peligroso porque no cumplir con los programas comerciales que tenemos con nuestros importadores le hace daño al sector”, indicó el timonel del rubro.