Constituye una satisfacción para el Presidente Boric, su gobierno y las fuerzas políticas que lo respaldan, el resultado de la encuesta Casen 2022 entregado a la opinión publica el jueves último.
A pesar de todas las dificultades que enfrenta el Gobierno, reseñadas en anteriores columnas, el que en su gestión se haya disminuido la pobreza por ingreso y la pobreza multidimensional es una buena noticia para el país, más allá del gobierno.
Participaron en la construcción de esta encuesta las siguientes instituciones: Observatorio Social de la Subsecretaría de Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo Social y Familia; el Instituto Nacional de Estadísticas; el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile; la empresa Cadem; la Comisión Económica para América Latina y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
La encuesta se tomó entre el 1 de noviembre del año pasado y el 2 de febrero de este año y se entrevistó a 202.231 personas, que conforman 72.056 hogares.
Esta encuesta, Casen, se inició en plena dictadura militar y en 1987 cifró la población bajo la línea de la pobreza en un 45%.
El Presidente Aylwin al iniciar su mandato tuvo la encuesta Casen 1990 que recogió como resultado que la población bajo la línea de la pobreza era de un 38,8%. Estas cifras expresan que el denominado “milagro económico” que la derecha reivindica hasta hoy en materia de pobreza, fue un fracaso. A partir de 1990, en los 33 años de democracia y bajo los 20 años de la Concertación en La Moneda, los 4 años de la Nueva Mayoría en el mismo local y los 8 años de Sebastián Piñera, la pobreza disminuyó sistemáticamente desde aquella cifra mencionada en 1990 hasta el año 2017 en que se llegó hasta ese minuto al nivel más bajo, 8,6% de la población.
Para la Concertación y la Nueva Mayoría ese fue su principal triunfo. El año 2020 y en pandemia la pobreza aumentó a un 10,8%, pero lo significativo es que durante este gobierno y en la última encuesta, la pobreza ha disminuido a un 6,5%, la tasa más baja en la historia de Chile. El indicador de pobreza por ingresos determina dos niveles: la pobreza y la extrema pobreza. Con los datos de hoy y dentro de ese 6,5% mencionado existe un 2% de la población en extrema pobreza, también la cifra más baja desde que existe esta medición. Sin entrar en detalles técnicos, la pobreza por ingreso es determinada por la relación entre el ingreso monetario de la persona y el valor de una canasta básica de alimentos.
Pero tenemos otra buena noticia. Desde hace algunos años y complementando la medición de pobreza e ingresos, se desarrolló la denominada pobreza multidimensional, que abarca 5 componentes, además del ingreso. Estos son: educación; salud; trabajo y seguridad social; vivienda y entorno, y redes y cohesión social. En el 2017 la pobreza multidimensional alcanzó el 20,3% de la población; en la actual Casen se ha reducido al 16,9% de la población.
Si el país quisiera seguir mejorando estos indicadores se debe avanzar en la reforma previsional, en la reforma tributaria y en la reforma laboral para continuar esta larga trayectoria a partir de la construcción democrática de 1990 que salvo una excepción ha logrado reducir la pobreza, la extrema pobreza y la pobreza multidimensional como ningún otro país de América Latina.
El objetivo de la reforma de pensiones es aumentar a $250.00 la Pensión Garantizada Universal y mejorar las actuales pensiones de las mujeres. Lo anterior ayuda a seguir disminuyendo los niveles de pobreza. La reforma tributaria lo que persigue, entre otras cosas, es aumentar el financiamiento de los consultorios y Cesfam en un 20%, instalar el sistema de cuidados, la sala común universal, la construcción de 260.000 viviendas durante este período de gobierno. Todo ello ayudaría a disminuir aún más la pobreza multidimensional. Es de esperar que todos los medios de comunicación resalten y visibilicen este resultado, que es bueno para el país, y no solo destaquen los problemas que en toda sociedad también ocurren.