Señor Director:

Más allá de todos los evidentes análisis y pésimas explicaciones gubernamentales sobre los coloridos balones de gas, las fotos en acción de Giorgio Jackson —abandonando su rol como ministro legislador en el Congreso— y compañía, abrigados en fluorescentes gorros rosados, dejan en evidencia el principal problema de toda empresa estatal: con una probabilidad muy alta se mal administran con fines políticos.

Los planes piloto se realizan para probar, en la realidad, lo que en la teoría se cree que funciona con una alta probabilidad. Se prueba, así, la viabilidad, pero principalmente se afinan detalles para luego escalar el plan. Sin embargo, esto era un simple gastadero de plata en algo que evidentemente no funcionaba. La razón de tamaño show fue simplemente política, ya que se hizo en la mitad de campaña del Apruebo y en su programa de gobierno no había ni una sola palabra sobre esta industria.

Fernando Claro V.
Director ejecutivo Fundación para el Progreso