Varios ministros de Estado salieron a explicar ayer las cifras en torno a los costos asociados al plan piloto mediante el cual la empresa estatal Enap operó unos meses en el mercado del gas licuado de petróleo (GLP), en el marco de un programa que es parte de una de las promesas de la cuenta pública presidencial de 2022.

Según un documento de la empresa, cada cilindro distribuido entre los meses de agosto y diciembre de 2022 en las comunas de San Fernando, Chiguayante y Quintero tuvo un costo de $117 mil (IVA incluido), que se compara con el promedio de $23 mil al que se comercializa actualmente en el mercado el mismo producto. No obstante, gran parte de estos costos obedecen principalmente a inversiones iniciales que se realizaron, por ejemplo, para habilitar los lugares de acopio.

En el lanzamiento de dicho programa el miércoles, además del exministro de Energía Claudio Huepe, participó el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, quien ayer reconoció que los resultados del programa piloto no comercial de la estatal no fueron los esperados. “Las ventajas comparativas que puede tener Enap en el mercado mayorista son las que se buscan mantener, mientras la parte minorista, que en una ejecución piloto no obtuvo resultados que fueran sostenibles financieramente, se va a cambiar la estrategia por un convenio con minoristas para llegar con bajos precios a los usuarios finales, sin poner en riesgo la sostenibilidad financiera de la empresa Enap”, aseguró Jackson

El ministro de Energía, Diego Pardow, recordó que en diciembre de 2022 la estatal decidió modificar la estrategia para comercializar su producción de gas licuado a nivel mayorista, asimismo, desde la repartición descartaron la entrega de recursos para esta siguiente fase del proyecto. “La etapa comercial de Gas de Chile se construye sobre la base de las ventajas competitivas precisamente que tiene Enap para la fabricación y llenado de cilindros, así como también aprovecha las ventajas que tienen los distribuidores privados multimarca para hacerse cargo de la última milla, todo ello en armonía, en conexión con lo que fue el informe de la Fiscalía Nacional Económica sobre la materia”, sostuvo Pardow.

Esta semana la compañía estatal dio inicio a la segunda etapa del plan, luego de anunciar acuerdos con distribuidores minoristas que permiten a la firma desarrollarse como distribuidor mayorista —sin llegar a consumidor final—, con lo que aspira a abrir el mercado del GLP en la zona centro-sur de Chile. Esto, como una cuarta marca que genere más competencia y aumente los cilindros disponibles, al introducir 60 mil balones con la marca Gas de Chile.

Para ello, las plantas de San Fernando y de Linares realizarán llenado y distribución a minoristas medianos a grandes, que cuenten con camiones aptos para retirar a partir de 700 cilindros por ocasión, desde las plantas.

El gerente general de Enap, Julio Friedmann, comentó que “nos encontramos en una fase de desarrollo de negocios, muy diferente a lo que fue el plan piloto que finalizó en diciembre pasado. Esta iniciativa de venta de gas envasado se sustenta en sí misma y no afecta el patrimonio de la compañía, siendo una inversión responsable y financieramente sustentable, con una política de precio de costo más margen”.

Desde la estatal aclararon que la iniciativa está inscrita dentro del plan estratégico de negocios de la firma y que —si bien la decisión de llevar adelante este modelo de negocios se gatilló a partir de los resultados del plan piloto — “fue justamente a raíz de ese aprendizaje que Enap pudo confirmar lo que había anticipado respecto de cuál era el rol más eficiente que podía desarrollar en este mercado”.

Mirada de la industria

Conocidos los detalles del plan piloto, en la industria subrayaron justamente los elevados costos asociados a la actividad de distribución de cilindros.

Desde Gasco GLP comentaron que este tipo de gastos son múltiples, asociados a altos estándares de servicio, y donde se incluyen segmentos como la importación del gas, plantas, centros de distribución, estanques, carruseles de llenado de cilindros, camiones de distribución, procesos de pintura y limpieza de cilindros, tecnología, seguridad y personas, entre otros.

Sobre los distribuidores minoristas, desde Gasco aseguraron que la firma cumple un rol relevante en la formación y apoyo financiero de estos, “para así estimular la competencia intermarca e intramarcas. La competencia nos estimula e incentiva a innovar y ser cada día mejor, pero es importante que se desarrolle en igualdad de condiciones”.

Desde Abastible recordaron también que al ser Chile un país mayoritariamente importador de gas licuado, su precio local está altamente condicionado por los escenarios económicos internacionales y las variaciones del tipo de cambio.

“La distribución y comercialización del gas licuado se ejecutan con altos estándares de servicio y seguridad, se trata de una operación compleja que requiere especialización y experiencia junto con incurrir en importantes costos. Todo lo anterior ha sido efectuado hasta el día de hoy eficientemente por Abastible”, afirmaron desde la empresa, y agregaron, sobre la entrada de nuevos competidores, que lo “esencial es que sea bajo las mismas reglas del juego y con neutralidad competitiva”.