Señor Director:

Felices todos con la ley que obligará a los deudores de pensiones de alimentos a pagarlas de una vez por todas. ¡Ya estaba bueno! Sin embargo, estas leyes son propias de la clase política, se elaboran para la galería. Se adeudan $90 millones en pensiones. La pregunta es saber si se “pueden” pagar, esto es, si la ley es de verdad una solución.

Una pregunta tonta, perdón: ¿cuántos chilenos ganan el mínimo? ¿Qué porcentaje representan entre los morosos? ¿Cuántos chilenos pueden con su salario mantener dos hogares?

Yo puedo apostar a que la deuda de pensiones alimenticias no bajará un peso en los próximos cinco años, salvo lo que se logre extraer de los organismos previsionales.

Otro “efectismo” de la ley es la posibilidad de embargar ahorros previsionales del incumplidor. La pregunta es, ¿a quién se le embargan de verdad? ¿No es a los futuros contribuyentes que deberán concurrir al pago de la pensión solidaria?

Juan Esteban Puga Vial
Profesor de Derecho Universidad de Chile