Aunque varios hayan cuestionado la forma —una charla con café y galletas en lugar de grabadoras y cámaras— resultó positivo el encuentro que tuvo el seleccionador nacional Eduardo Berizzo con varios periodistas y comentaristas la semana pasada.
De partida, por fin se pudo conocer en esta instancia gran parte del ideario de Berizzo desde el punto de vista futbolístico, algo que era un misterio debido a la carencia de espacios que él mismo había impuesto por timidez, fastidio o falta de tiempo (da lo mismo).
Pero esta vez Berizzo estuvo dispuesto a contestar todo. A aclarar dudas y establecer principios que pueden no gustarles a la prensa y a los hinchas, pero que son los suyos y son los que piensa debe imponer para lograr llevar a Chile al Mundial 2026.
Veamos. Cree el seleccionador que la actualidad del fútbol chileno dista tanto de lo que fue con la “Generación Dorada” que hoy se debe actuar de acuerdo a la nueva realidad. Eso no significa tener una actitud ultraconservadora, pero sí buscar el esquema que sea capaz de, más que someter, disminuir y ojalá emparejar condiciones ante rivales superiores para competir.
Berizzo, utilizando la fórmula más añeja, enseñó —con servilletas en la mesa— el esquema, los movimientos y los nombres que él tiene en la cabeza para que Chile logre esa mayor solidez y estabilidad.
De partida, el DT denunció su preferencia por la línea de cuatro defensores, estableciendo que prefiere laterales clásicos (defensores que atacan) por sobre los de tintes más “modernistas” (volantes que defienden). Por eso Guillermo Soto y Juan Delgado le parecen a él mejores alternativas que Matías Fernández. “Si ustedes creen otra cosa, es válido. Pero yo debo tomar la decisión de acuerdo a lo que veo”, dijo Berizzo.
La estructura defensiva también tiene para él algunas exigencias. Una es que, como no quiere tener un tercer zaguero, el volante central debe sumarse a la zaga cuando se desplieguen los laterales. “Por eso Medel jugará como mediocampista. Hay otros que también podrían ser: Pulgar, Alarcón, Pavez y Baeza”, dijo.
La otra es que quiere imponer que la zaga salga más tocando y no tanto a pelotazos largos. “Es algo que he insistido con los defensores centrales. Es una tarea que estamos haciendo”.
En el mediocampo, en tanto, a Berizzo le ha encantado lo que ha hecho Víctor Felipe Méndez en Rusia. “A diferencia de lo que pasó con Marcelino Núñez, quien empezó en forma espectacular en Inglaterra, pero que ahora está en período de estabilización, lo que ha hecho que no tenga la misma continuidad, Méndez fue de menos a más. Está progresando y eso se nota”.
¿Y Arturo Vidal sigue siendo esencial en ese mediocampo? Para Berizzo es importante, aunque cree que su juego es ya distinto al de años anteriores. “Más que dejarlo libre, hay que acomodarlo. Por ejemplo, lo desplazamos a la derecha para que eventualmente hiciera dupla con el lateral y resultó mejor que Marcelino en eso porque este prefiere irse más por el medio. Hay que seguir viendo”.
Y en el ataque también aclaró: “Alexis Sánchez es el delantero centro del equipo. Pero como es un enamorado de la pelota se retrasa a buscarla y ahí se requiere que otro asuma como delantero centro. Ben Brereton puede aprender ahora en Villarreal. Diego Rubio lo tiene más claro y por eso lo seguiré llamando”.
Se despejaron dudas. Así piensa Berizzo.