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Cartas
Domingo 14 de mayo de 2023
Anomalías en la última elección
Señor Director:
El último proceso eleccionario, que concluyó el pasado 7 de mayo, estuvo marcado por tres anomalías que se hace necesario revisar e investigar. De volver a repetirse, podrían afectar el derecho de las personas a votar libre e informadamente.
La primera ocurrió el 19 de enero, cuando el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) comunicó que para la elección de consejeros constitucionales no habría franja electoral, mecanismo clave para votar informadamente. Esta decisión se basaba en una interpretación mañosa de la ley sobre Votaciones Populares y Escrutinios. Posteriormente, supimos que el comunicado se realizó sin consultar a los consejeros del CNTV, quienes lo revocaron unánimemente en sesión extraordinaria a los pocos días.
La segunda anomalía se produjo el 25 de abril, cuando el Servicio Electoral (Servel) se disculpó por el error en el proceso de georreferenciación de electores, que dejó a un número indeterminado de ciudadanos alejados de sus locales de votación. Aunque se corrigió la ubicación de más de siete mil personas, el Servel admitió no tener un recuento preciso de los afectados. A pesar de la alta participación, que un error de la institucionalidad electoral haya obstaculizado el derecho a sufragar de un número indeterminado de ciudadanos es algo que no puede ocurrir.
La última anomalía es atribuible al Gobierno, que recién a nueve días de la elección encargó una campaña informativa del proceso eleccionario por 4,5 millones de pesos. Esto a pesar de la obligatoriedad del voto, la complejidad de este y el desconocimiento de parte importante de la ciudadanía del proceso. Es posible que una porción importante de los más de dos millones de votos nulos corresponda a personas que quisieron expresar una preferencia, pero lo hicieron erróneamente por desinformación.
Desde 1989, Chile ha vivido una veintena de procesos eleccionarios ejemplares, realizados de manera impecable y con resultados incuestionables. En un contexto global de derivas autoritarias y declive de la democracia, se trata de un activo que debemos proteger. Por el bien de nuestra democracia, urge revisar estas anomalías y evitar que se repitan.
Mauricio Salgado
Centro de Estudios Públicos