Colo Colo jugó su mejor partido de la temporada ante Boca Juniors por la Copa Libertadores, sobre todo en el primer tiempo, pero no le alcanzó. El 2-0 se resolvió con el error de Maximiliano Falcón y la torpeza de Carlos Palacios, expulsado por dar una patada de pichanga. El año pasado, con una oncena mejor aceitada y mayores individualidades, el equipo albo también ofreció su expresión más lucida ante River Plate. Los “millonarios” salieron victoriosos del Monumental. En Buenos Aires, el equipo de Gustavo Quinteros tuvo buenos 45 minutos iniciales, no resolvió ante la portería de Ezequiel Centurión, recibió un tanto en el cierre, y en el complemento sufrió una debacle: 4-0.
La jerarquía es un bien preciado en la alta competencia. El cuadro popular, sin Juan Martín Lucero, Pablo Solari, Óscar Opazo, Gabriel Suazo y Gabriel Costa, hoy es un equipo inferior al de 2022. Le cuesta generar. Sin embargo, ante Boca provocó desequilibrio, tuvo en Damián Pizarro a un delantero de enorme proyección, al que solo le falta el gol para dar el salto, más la zurda de Leonardo Gil. La motivación por el rival, la instancia, con seguridad elevó el rendimiento.
Es casi una constante en los elencos locales cuando se miden en el plano internacional. Audax Italiano sigue al alza con Luca Marcogiuseppe, con una victoria que se quedó corta en el marcador ante Blooming. Palestino batalló y estuvo cerca de la gloria ante San Lorenzo, segundo en el fútbol argentino. Ñublense sacó ese espíritu que lo distinguió en 2021 y 2022 para dar vuelta la historia con Aucas, campeón ecuatoriano, con un presupuesto muy superior. Magallanes se equivocó en su área y cedió un empate frente a César Vallejo (Perú). El retiro de César Cortés generó un vacío futbolístico y de liderazgo que se percibe en estas circunstancias.
Ser capaces de ajustar la consistencia competitiva es el imperativo. Ganar partidos y pasar de ronda es el desafío. En el fútbol se necesita fortuna. El Boca de Jorge Almirón viene en alza. Está lejos del conjunto de Hugo Ibarra, cesado a fines de marzo. Desde la asunción del exatacante de Wanderers levantó, y de manera inusitada llega al súper clásico con River con un talante diferente. Colo Colo se enfrentó a un plantel que lo supera con largueza y justo en la etapa en que sus futbolistas van en ascenso. Si los albos repiten la primera hora de juego ante Monagas y Deportivo Pereira, están en condiciones de acceder a octavos de final.
La noche del miércoles en Pedreros dejó una pregunta: ¿Cuánto costó al Estado el operativo de seguridad que permitió el desarrollo del espectáculo con normalidad? Se habló de 500 carabineros. En la zona sur del estadio se apreciaron funcionarios de control de orden público. Las restricciones para acercarse al recinto, a quienes no tenían entrada, y un control más minucioso y profesional fueron fundamentales para garantizar la seguridad de los espectadores y vecinos. Es cierto que el fútbol es una actividad privada, pero negar su impacto e interés popular no es plausible. Comprender que hoy es asolado por los mismos que delinquen en los barrios o en el centro de las ciudades es clave. Mirarlo como un hecho aislado es no comprender el fenómeno que encierra.