Señor Director:

¿Qué comuna será la sacrificada al tener que movilizar a Carabineros para resguardar un evento deportivo? ¿Estamos dispuestos a dejar de atender otras emergencias para asegurar la correcta realización de un partido de alto riesgo, poniendo además sobre la fuerza pública “el peso de la prueba” en el éxito de este?

¿No sería prioritario que los clubes, los organizadores, pongan de una vez la presión sobre los asistentes, quienes debiesen ser los principales interesados en que un partido se inicie y concluya con toda la normalidad posible?

Llama la atención que nuevamente la solución pase por el retorno de Carabineros a los estadios, y no se asuma que la vergüenza, como vimos este fin de semana en Concepción, pasa por una deficiente organización.

Las familias, los niños, no volverán al estadio mientras no se sientan seguros, mientras no tengan que arrancar de bengalas y fuegos artificiales. Para eso, el compromiso debe ser de los clubes y la presión debe ser puesta en los delincuentes que ingresan a los recintos deportivos.

Las soluciones parten desde la base, no desde la contención de daños.

Jonás Preller R.
Periodista