Señor Director:

En cuanto al debate sobre la política nacional del litio: ¿se habrá considerado utilizar una institucionalidad ya existente de asociación público-privada? Nos referimos a las concesiones de obras públicas, que ha demostrado ser una institucionalidad exitosa para el país y evaluada positivamente a nivel internacional. Chile es un referente en esta materia.

Pues bien, creemos que esa institucionalidad, debidamente adaptada, puede ser aplicada perfectamente para una explotación exitosa del litio y ser la solución que se está buscando para una implementación rápida, que permita asegurar rentas para el Estado y mantener un control importante sobre el mineral.

Es evidente que esta administración quiere tener una mayor injerencia y control en la explotación del litio que —por ejemplo— en el caso de la minería metálica, donde el Estado actúa como mero regulador. Sin embargo, entiende que no cuenta en el corto plazo ni con los recursos ni con la tecnología para competir por su cuenta en el mercado mundial a través de empresas públicas y contratos restringidos de explotación.

Así, el plan de explotación presentado hace unos días por el Presidente ha sido fuente de importantes críticas desde varios sectores, previéndose un extremadamente difícil, largo y tortuoso camino hacia su implementación.

Pues bien, la institucionalidad de concesiones de obras públicas (bienes que también son de propiedad fiscal) ofrece un modelo probado, que le permitiría al Estado mantener el control estratégico del mineral y de la industria e inyectar rápidamente recursos por la vía de un proceso altamente competitivo, bajo la dirección y supervisión de una institucionalidad con alta experiencia.

A diferencia de lo propuesto por el Ejecutivo, vemos que este modelo podría ser rápidamente implementado y ser un instrumento sólido para la explotación del litio en nuestro país, ya sea mediante las licitaciones que se pretenden realizar para abrir nuevas operaciones o para los futuros contratos a entregar en los salares de Atacama y Maricunga, una vez terminados los actuales.

Rodolfo Guerrero P.
Alexander Kliwadenko R.
Francisca Ugalde S.