El fútbol da y quita. Lo sabe Tomás Ahumada, el arquero de Audax Italiano. El 25 de enero fue el portero en la goleada 5-0 que Wanderers le propinó a la selección Sub 23; la noche del pasado jueves tuvo el partido de su vida en el 0-0 que los “tanos” rescataron ante Santos en Vila Belmiro, en la Copa Sudamericana. En un momento complejo, por el presente de su cuadro en el torneo local, Ahumada busca el equilibrio necesario para atajar con viento en contra, en un club que ya despidió de la banca a Manuel Fernández.
Curtido como jugador y técnico, Hernán Caputto vive hoy el péndulo del fútbol. Hace dos semanas era Gardel porque accedió con la selección Sub 17 al hexagonal que otorga cuatro cupos al Mundial de la categoría. Derrotas en línea, ante Argentina, Ecuador, Venezuela y Brasil, sin anotar goles, cuestionan la evaluación del entrenador, olvidando que en la serie inicial dejó en el camino a Colombia y Uruguay. La cancha, que nunca miente, estableció que ante un esfuerzo superior era difícil abordar la etapa final. El orden y la seguridad defensiva no bastan. Chile carece de talento de mitad de cancha en adelante, no posee futbolistas con desequilibrio y peso, a diferencia de los rivales. No alcanzó con la pegada de Ignacio Vásquez y el recorrido de Bastián Escobar. A seguir al golero Francisco Valdés. La ausencia de Benjamín Molina, de O'Higgins, se notó demasiado en la zaga.
Si existen criterios futboleros en la ANFP, Caputto tendría que seguir. Condujo a Chile a dos mundiales Sub 17 y con las evidentes ventajas que dio nuestro fútbol joven desde el estallido social de octubre de 2019, armó una escuadra competitiva. Si existe coherencia, debe asumir en la Sub 20. El sistema de campeonatos en cadetes, con ese engendro llamado Promoción, con jóvenes que van de los 18 a los 21 años, no da para más.
Algo sucedió con la materia prima. ¿Qué ocurrió con Palestino? Desde Jaime Valdés, Luis Jiménez, Eros Pérez, Miguel Ángel Castillo y José Luis Villanueva no produjo futbolistas de alto nivel. Pasaron dos décadas. En Huachipato, bajo la administración de Victoriano Cerda y Marcelo Pesce, nunca más se vieron jugadores para la alta competencia como Roberto Cartes, Denis Montecinos, Cristián Reynero, Juan Francisco Viveros, Cristian Uribe, Gabriel Sandoval, Gonzalo Jara, Rodrigo Millar, Héctor Mancilla, Pedro Morales, Lorenzo Reyes, Carlos Labrín, Mario Salgado o Martín Rodríguez. La debacle institucional de Cobreloa también se nota a la hora de formar selecciones. Se dan “zapallazos”, como el de Antofagasta con Marcos Bolados, Erick Pulgar y Ángelo Araos en menos de cinco años, fruto de una gran competencia amateur, pero eso es azar.
Imposible no referirse a lo ocurrido en el estadio Monumental la noche del miércoles, en la victoria de Colo Colo sobre Monagas. Los niveles de violencia observados en la tribuna Cordillera y los incidentes al final del cotejo en la zona aledaña escalan el problema. A esta altura, los clubes están superados y la ciudad se convulsiona cuando estos delincuentes se trasladan. Incluir los espectáculos deportivos y masivos en la agenda de seguridad no es demagogia.