Señor Director:

El ex vicepresidente ejecutivo de Enami, señor Enrique Valdivieso Valdés, en carta (miércoles) dirigida a su medio señala que nunca habría pensado las pérdidas registradas por Enami durante el primer trimestre de este año. Igualmente, también destaca numerosos cambios de ejecutivos producidos en la empresa.

Sin embargo, lamentablemente no se pronuncia respecto de los problemas estructurales que mantiene Enami, tanto en su sistema de gobernanza como en su modelo de negocios.

En efecto, Enami tiene un sistema de gestión corporativa alineado con el ciclo político, marcado fuertemente por los cambios de gobierno. En 2018, con la llegada de un nuevo Ejecutivo a La Moneda, se cambió un 80% de los miembros del directorio y 9 de los 12 ejecutivos de la empresa. Asimismo, hubo cuatro distintos vicepresidentes ejecutivos en cuatro años. Posteriormente, no se han registrado mayores modificaciones respecto del fuerte impacto del ciclo político en la gobernanza de la empresa.

En cuanto a las pérdidas, estas son ya crónicas, con un modelo de negocio con instalaciones industriales no rentables, más una fundición de cobre en Copiapó con muy bajos niveles de competitividad. Las pérdidas de Enami se vienen acumulando por años con el agravante de que el gobierno corporativo sigue igual.

Se trata de una situación de gestión estructural, que invita a empezar por revisar y modificar el sistema de gobierno corporativo que tenga menores grados de dependencia de los cambios políticos y mayor profesionalización. Es una tarea pendiente de la modernización del Estado.

Ya hay demasiadas evidencias de la necesidad de un cambio estructural en Enami.

Conrado Venegas V.
Ingeniero civil