Universidad Católica recibe a Colo Colo en Santa Laura. Se anuncia que la cancha está mejor que antes del extenso receso que tuvo el campeonato. ¿Quién se hace cargo de esa pausa? ¿Qué revisan los dirigentes cuando asisten al consejo de presidentes de la ANFP? Son tantas las barrabasadas que a esta altura forman parte de la cotidianidad de la actividad. Por eso, cuando en el calendario vemos estos clásicos nos entusiasmamos.
No será un partido cualquiera. La UC viene con turbulencias. Ariel Holan, su entrenador, vivió una semana compleja. En Argentina, referentes de Independiente, como Gabriel Milito y Daniel Bertoni, lo señalan entre los principales responsables de la crisis que vive el glorioso club de Avellaneda. No son acusaciones menores. Ponen en tela de juicio la conducta del adiestrador cruzado, que ayer se defendió en una rueda de prensa. Es extraño el momento de la Católica. Se ubica segunda, a tres puntos del líder, Huachipato, con 22 goles a favor, el mayor registro de la competencia. Sin embargo, algo no cuaja. El impacto de la eliminación en la Copa Sudamericana y rozar el papelón en la Copa Chile frente a Deportes Colina, un conjunto de la cuarta categoría, espesaron el ambiente y agotaron la paciencia de una hinchada que no deja de mirar el ciclo 2018-2021.
La tarde de hoy es la posibilidad de recobrar la confianza y alejar los nubarrones por los eventuales conflictos existentes al interior del plantel, o bien la distancia que existiría con el técnico. Algo muy distinto a “ir para atrás”. Las relaciones de trabajo pueden ser buenas, normales, malas, o bien se desgastan. Ser un cuadro compacto es el desafío. Recibir 13 goles en 9 encuentros, sin considerar los tres de Audax en la Copa Sudamericana, es mucho. Recurrir a tres centrales, más dos laterales, tal como se anuncia el esquema para el duelo con los albos, es una salida. Fortalecerse en el fondo es clave. La victoria o el empate servirían para sortear este tramo que no estaba en los planes. Una derrota agudizaría los cuestionamientos.
Colo Colo, el rival de la UC, comenzó a resolver sus dificultades de funcionamiento cuando Gustavo Quinteros dejó la línea de cuatro en la zaga y eligió tres centrales, dos laterales y dos volantes de corte. El rosarino entendió que los equipos se arman desde atrás y a partir del amistoso ante Colón de Santa Fe creció en firmeza. El triunfo sobre Huachipato en Las Higueras otorgó un grado de seguridad que el Cacique extrañaba. La igualdad en Pereira, con un buen primer tiempo, estableció que el camino era el correcto para los jugadores que hoy integran el elenco popular. El argentino Agustín Bouzat se sintió cómodo como volante por la izquierda, a partir de su capacidad táctica y comprensión del juego. La jornada de hoy será una prueba más para Damián Pizarro, en pleno proceso de consolidación.
El fixture dispuso que el pleito ante los cruzados anteceda al cotejo frente a Monagas, el rival más débil en la Copa Libertadores. Serán 180 minutos que servirán para observar si Colo Colo 2023, más batallador, menos lucido que el del año pasado, alcanza la regularidad que sus obligaciones históricas reclaman.