Señor Director:

En relación con el planteamiento de nuestras autoridades de instalar un memorial en lo que fuera el acceso a la estación del metro Baquedano, es central señalar que, si se trata de un espacio público, nadie puede instalar un elemento conmemorativo sin contar con la autorización previa del Consejo de Monumentos Nacionales, art. 18 Ley 17.288:

“No podrán iniciarse trabajos para construir monumentos o para colocar objetos de carácter conmemorativo, sin que previamente el interesado presente los planos y bocetos de la obra en proyecto al Consejo de Monumentos Nacionales y solo podrán realizarse estos trabajos una vez aprobados por el Consejo, sin perjuicio de las disposiciones legales vigentes”.

Sería sorprendente que el honorable Consejo de Monumentos, que se vio forzado a sacar de la Plaza la notable escultura del general Baquedano, autorizase que, prácticamente en su reemplazo, se instale este elemento.

Los monumentos públicos tienen un fin conmemorativo que busca unir y no dividir, por lo que la pregunta formulada ayer de ¿qué es lo que queremos conmemorar?, es central.

La ciudad no es un árbol de Pascua donde cada quien instale lo que se le venga en gana, por lo mismo, ese debate es central y corresponde que respetemos las instituciones existentes.

Óscar Acuña Poblete
Abogado