Señor Director:

Chile está obligado a un acervo importante de normas internacionales, contenidas en tratados ratificados o reconocidas por la costumbre. En un mundo globalizado, es esperable que ese acervo solo siga creciendo. Estas normas internacionales regulan aspectos fundamentales como nuestros límites con países vecinos, derechos humanos, medio ambiente, comercio internacional, entre otros. Es por ello que la regulación constitucional del Derecho Internacional es una tarea esencial de la Comisión Experta.

La nueva Constitución debe establecer en forma clara la jerarquía de las normas internacionales en el Derecho chileno. Pero quizás todavía más importante es establecer la forma en que esas normas internacionales se incorporarán al Derecho nacional. ¿Qué poder del Estado determinará si un tratado ratificado por Chile puede ser ejecutado en forma directa, o si requiere antes de una ley implementadora? ¿Qué jerarquía tendrán las normas consuetudinarias en Chile y cómo pasarán a formar parte del Derecho chileno? Preguntas similares podrían surgir respecto de futuras sentencias dictadas por cortes o tribunales internacionales.

La experiencia chilena no siempre ha sido buena y está marcada por inconsistencias en los tres poderes del Estado, producto de un déficit constitucional en esta materia. La nueva Constitución es una oportunidad para enmendar el rumbo y dar certezas a la comunidad internacional, actores políticos y la ciudadanía.

Benjamín Salas Kantor
Abogado