En “Dale al medio”, uno de los programas de la cadena argentina TyC, entrevistaron a Ángel Cappa, el ahora exentrenador argentino que reside en España y pasa unos días en Buenos Aires. Mientras se explayaba sobre la baja que experimenta la Liga hispana, confidenciaba que al único que veía siempre era al Rayo Vallecano. Sorpresa para el panel de comentaristas, que de inmediato indagó en los motivos por los que Cappa seguía al cuadro de Vallecas y no a los colosos Real Madrid o Barcelona: “Juega bien, no gana tanto, pero tiene una forma, intenta”, explicó el entrenador.
La respuesta de Cappa sintetiza las razones de por qué muchos nos desplazamos hasta Rancagua para acompañar a Magallanes en la Copa Sudamericana. El equipo de Nicolás Núñez no dispone de nombres rutilantes, pero compite. El estilo, la convicción en la posesión de la pelota, sin fundamentalismos, porque no reniegan de usar los trazos largos, como sucede con Tomás Aránguiz, sobresaliente en el 2-2 frente a Botafogo, no se negocia. Se repusieron del error del arquero Gastón Rodríguez en el 1-0 y no decayeron con la expulsión de Carlos Villanueva, cuando el segundo tiempo recién comenzaba. El 2-1 pareció sentenciar la historia, pero el orden y la buena técnica del grueso de sus jugadores sostuvo a los albicelestes.
La realidad muestra que Botafogo y Liga de Quito son los favoritos en esta zona, que completa César Vallejo. Sin embargo, Magallanes es capaz de batallar. Le falta madurez, como se expresó en La Cisterna ante Palestino, cuando remontó el 2-0 y perdió en los descuentos al quedar mal parado en una pérdida. La interrogante es ver cómo el cuadro de Núñez reacciona ante un esfuerzo muy superior al que enfrenta semana a semana. En la zona mixta, Alfred Canales, autor de un golazo (1-1), confidenciaba que el cotejo ante los brasileños fue el más intenso que disputó en su carrera, explicando que no había espacio para maniobrar.
En general, no fue buena la semana para los clubes nacionales. Colo Colo se trajo una igualdad en su visita a Deportivo Pereira, en el estreno del Cacique en la Copa Libertadores. En el balance, el marcador responde al trámite. Bien los albos en el lapso inicial, con el desparpajo y movilidad de Damián Pizarro, la potencia para encarar de Marcos Bolados y el notable trajín de César Fuentes: bravo en la refriega y claro para aparecer vacío. El complemento encontró una correcta jornada del portero Brayan Cortés, que aguantó el resultado. La respuesta del conjunto de Gustavo Quinteros fue mejor de la prevista. Definirse por tres centrales y dos contenciones es una decisión pragmática y atinada de Gustavo Quinteros. Suena prematuro, pero después de ver a Pereira y Monagas, la clasificación alba es posible.
Ñublense, el otro representante en la Libertadores, cayó sin apelación ante Racing, un equipo que tiene cara de llegar al menos a cuartos de final. En la Sudamericana, Palestino se desdibujó en el cuarto de hora final con Fortaleza; Audax no aprovechó sus opciones y sufrió demasiado castigo ante Newell's en El Teniente. Es el rigor de la alta competencia. Un detalle: ningún equipo chileno fue local. Ñublense se trasladó a Concepción, mientras Audax y Magallanes viajaron a Rancagua.