Señor Director:

La mejor protección con la que pueden contar los carabineros en el ejercicio de sus funciones es su buena formación profesional. Conscientes de ello, luego del estallido social en octubre de 2019, el mando de la institución reformó por completo el sistema formativo de su personal. Elevarlo de uno a dos años permitió incorporar ramos y prácticas que no se tenían. Tanto la muerte de un carabinero atropellado por un chofer borracho como la de una carabinera al llegar al lugar en que estaba teniendo lugar un delito denunciado, prueban la importancia de las medidas tomadas por la institución. Por otra parte, la creciente cultura de violencia que se advierte en todo el mundo obliga a adaptar la respuesta policial a esa realidad social.

La primera graduación de personal mejor calificado tuvo lugar en diciembre recién pasado. Ciertamente ello redundará en el mejoramiento de la eficiencia, la eficacia y la seguridad del personal en las operaciones. Por ello, lo que cabe esperar de las autoridades pertinentes y los legisladores es que colaboren a que tanto los planes de formación teóricos y prácticos como sus resultados sean los más adecuados en relación con las necesidades de seguridad de la comunidad, sin que ello signifique disminuir la de carabineros.

Jorge Schaerer Contreras