Carlos Caszely y Pablo Contreras, el pasado lunes 27 el marzo, fueron a ver a un hombre enfermo, pero con ánimo, divertido y buena gente, tanto así que Caszely le puso nota, la máxima: “Era un 7 como persona”.
No lo dijo el lunes 27, sino al final de la semana, en todo caso después del jueves 30, que fue cuando Arturo Jáuregui, el enfermo de 66 años, partió al otro mundo y por eso la conjugación en pretérito imperfecto, en pasado, del verbo “ser”.
¿Quién era Jáuregui? Un 7 como persona, para empezar a hablar, un metro 68 de estatura para alguien que partió como puntero o centrodelantero, y algún director técnico, como a tantos jugadores, le encontró puesto: volante por la mitad.
Su padre, don Óscar, carnicero, lo había alentado de pequeño, llegó hasta tercero medio y de ahí al campo de batalla: club Pizarreño de la comuna de Maipú, primera infantil de Unión Española, Capitán Gálvez de Los Nogales, selección juvenil de Peñaflor y, en fin, ninguna carrera es fácil, y de esto y de tantos otros temas hicieron recuerdos con Contreras y Caszely. El lunes 27, por supuesto.
Caszely, quizás, les contó lo del aniversario del martes 28 de marzo. Nunca debería olvidarlo, y con justa razón. Ese día se cumplieron 50 años de un gol esculpido en la historia fútbol chileno. Además está en youtube, fue por la Copa Libertadores en el 5 a 1 de Colo Colo a Emelec de Ecuador, y ahí está la carrera de Caszely por el último gol, partió desde la mitad de la cancha, después tranca con uno y con otro, túnel con uno y con otro, y el fenomenal engaño termina con el jugador y la pelota dentro del arco sur del Estadio Nacional.
Medio siglo de ese gol y la misma cantidad de tiempo de cuando Caszely, a mitad de 1973, partió al Levante de España, que no estaba en primera ni nada parecido, pero era lo que había en ese entonces. Ese año partió él y otros más: Fernando Carvallo a Cádiz, Gabriel Galleguillos a Salamanca y Guillermo Muñoz a La Coruña. Muñoz, llamado “Hallulla”, nació en San Felipe, estrella en Wanderers, murió en el Cerro Cordillera hace casi 7 años y fue de lo mismo: cáncer.
El “Chico” Jáuregui siempre jugó en casa y hasta llegó a la selección de Chile, pero lo dejamos en la juvenil de Peñaflor y después lo fichó Deportes Aviación y lo prestó a Independiente de Cauquenes. No quería irse, el perla, pero su padre lo aconsejó y que se fuera nomás y se hiciera grande, porque así es la vida: tenía como 17. Se fue y el “Chico” se hizo hombre y profesional, y lo mejor de su carrera anduvo por un Colo Colo campeón.
Contreras y Caszely de estos asuntos y de sus memorias, hablaron con Arturo Jáuregui. El lunes 27, eso sí.
El jueves 30 se sabe lo que ocurrió.
Y lo del martes 28 y el aniversario de los 50 años, ya está recordado.
Nada más cierto que el verbo “ser” y su conjugación: soy, era, fui.
Así pasan las cosas.