Una imagen imborrable de 2022 fue la que regaló la selección femenina de hockey césped cantando con el alma el himno nacional antes de su estreno en el Mundial de España y Países Bajos. Más allá de cualquier nacionalismo, las “Diablas” entonaron la canción emocionadas porque estaban marcando ahí un tremendo hito: era la primera vez que Chile disputaba una Copa del Mundo en ese deporte.
Tres meses después, la selección lograría una inesperada medalla de oro en los Juegos Odesur de Asunción. Así, en un solo año, la disciplina conquistaba un título regional y una clasificación inédita que incluyó, además, las primeras victorias mundialistas.
Y en casi todos esos hitos estuvo Claudia Schüler como estrella principal. Pese a mostrar síntomas de la dolencia que la aquejaba tan temprano como en 2021, la golera no dejó de jugar hasta que recibió, en agosto de 2022, el desolador diagnóstico del cáncer, e incluso participó en una clínica para arqueros una semana antes de su dolorosa partida.
Claudia es un ejemplo extremo, porque se fue demasiado temprano, pero enseña un espíritu a toda prueba que abunda en el mundo deportivo chileno, lejos de los flashes y la atención que se lleva el tan popular fútbol.
Como ella, miles de cultores de las más diversas disciplinas entrenan, se esfuerzan y compiten a fondo día a día persiguiendo sus sueños, casi todos de manera anónima. El alto rendimiento es cruel, claro está, y no todos podrán llegar a la altura de Schüler, quien fuera considerada la mejor arquera de América en tres torneos continentales, pero las ganas y el empuje están presentes en todos.
En estos días, cientos de deportistas ya están preparando su actuación en los Juegos Panamericanos de Santiago, que ofrecerá la oportunidad, al ser locales, de tener cupos que antes eran vedados en algunas especialidades.
La corporación que organiza los Juegos trabaja sin pausa, pero siempre hay ruido: la asunción del ministro Jaime Pizarro como presidente del organismo puede traer novedades en su plana directiva. A poco menos de siete meses del inicio del evento son muchas la evaluaciones que se realizan en Santiago 2023 y el área de infraestructura no es lo único que preocupa, porque la tarea es monumental.
Experiencias de otros panamericanos muestran que las ciudades deben impregnarse a concho con una fiesta de estas dimensiones (muchísimo más grande que una Copa América o los Odesur, por nombrar certámenes recientes realizados en Santiago), y eso requiere recursos, pero también una voluntad política de todas las autoridades que hoy no está, porque las prioridades son totalmente diferentes.
Mientras tanto, la construcción de la piscina avanza lento y el edificio que acogerá a la natación panamericana sigue estando solo en la cabeza de los arquitectos, aunque la seguridad de los constructores de que estará listo en octubre se mantiene inalterable.
Es lo que merece el país y merecen los deportistas: que la fiesta sea impecable. Y ojalá que cuando caigan oros para Chile, se recuerde a Claudia: que en su nombre se brinde por los éxitos del país al que defendió con tanto amor y orgullo en las canchas de todo el mundo.
Andrés Solervicens
Coordinador de Deportes